Samurai Punk
Ficha
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Datos de funciones:
Información sobre las funciones, en cartelera
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Prensa:
Carolina Alfonso
Los lazos detrás de cámara
Sobre una tela se proyecta una playa. Una joven aparece en la filmación, declama textos reflexivos. El detrás de cámara se hace presente, con una interacción entre ella y un director de fondo. El espectáculo transcurre en un cruce fortuito entre el cine y el teatro. Poco más hay en el escenario aparte de una pantalla improvisada, sillas, una mesa, pero poco importa. Desde el barrio porteño de San Telmo a un festival de cine en Perú, pasando por la ruta bonaerense para llegar a la escena teatral de la costa marplatense, Samurai Punk es el road trip del making of, un cruce de géneros cinematográficos sobre la base de una brillante pieza teatral.
A lo largo de la obra se desarrolla una pequeña incógnita narrativa. ¿Cuál es el relato? ¿Es la historia de una película independiente? ¿Es la vida accidentada de dos artistas del off? El texto va mucho más allá y, con una asombrosa economía de texto, cuenta un vínculo íntimo entre dos amigos. Hay algo de comentario sobre los desafíos del cine de autor, lo accidentado de producir por fuera de la comercial y la necesidad de negociar con el mainstream para contar algo diferente, pero la delicia del texto del director y dramaturgo Santiago Pedrero radica justamente en esa selección tan especial de episodios en la vida de los protagonistas, aparentemente azarosos, apenas una excusa para relatar de forma personal esas amistades para la memoria. Y el carácter íntimo (y conmovedor para la platea), sería imposible de conseguir sin las talentosísimas interpretaciones de Emiliano Carrazzone y Lucía Casalis.
Los actores logran el lucimiento alternando efectivamente diálogos con monólogos. La historia salta de la ficción dentro de la ficción a la realidad de los realizadores. Mención especial merecen los segmentos de Lucila Casalis, verdaderos momentos para lucir con versatilidad diferentes personajes. Emiliano Carrazzone, por su parte, logra imprimir en los suyos tanto la solemnidad como lo ridículo de producir cine contra viento y marea. La sinergia entre los dos cuando ambos se encuentran en escena exhibe la química que es el componente fundamental de este relato conmovedor.
En menos de una hora, la función concluye en una catarata de aplausos y la sensación placentera del buen teatro. Samurai Punk, una tierna historia de amistad disfrazada de un potente comentario sobre la dificultad del arte por fuera de lo comercial, es una exquisita obra que, como las buenas amistades, no vale la pena dejar ir.
Ficha:
Actores: Emiliano Carrazzone, Lucila Casalis
Director: Santiago Pedrero
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