La lengua náufraga

La lengua náufraga

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Estamos todos en naufragar

Un gran telón de olas, con distintas tonalidades azules y verdes, está presente en la introducción y en el epílogo. Un telón que refuerza el naufragio que Zlatko acaba de vivir, un extranjero de tierras lejanas que habla un raro español con una tonada muy particular. El náufrago de mar encalla desorientado en la llanura pampeana. Biribiri también es un náufrago, pero de la tierra, es un prófugo de su pasado circense. Ambos se encuentran y comienzan un viaje que los cruzara con Ariadna, una estanciera en ruinas y cuya vida se hunde en la desesperación a partir de un asesinato.

Estos tres personajes emprenden una aventura para buscar la tranquilidad y la estabilidad pero las relaciones humanas son más complejas de lo que uno puede esperar.

Zlatko es interpretado por el actor, dramaturgo y director de esta pieza, Alejandro Agustín, siendo ésta su ópera prima. La actuación de Agustín es realmente brillante ante el desafío de interpretar a un extranjero que no es de aquí ni de allá pero el español tendrá un gran valor afectivo al punto de cargar con un tomo de Don quijote de la Mancha como objeto rescatado del naufragio que se cobró la vida de sus seres amados. Zlatko será el Virgilio que contará a los espectadores el mito de aquellos tres amigos aventureros de la llanura.

Martín Rieta encarna al prófugo Biribiri, una mezcla de gaucho compadrito que desea tomarse el primer tren que salga al sur para escapar de sus fechorías y muchas veces será el alivio cómico de la obra. Es un personaje sumamente complejo donde la masculinidad, la fragilidad y el deseo conviven bajo una apariencia tosca.

La fuerza, la decisión y la lucha del personaje femenino de la obra interpretado por Paola Sanabria, hacen que el personaje de la renga Ariadna tenga una gran presencia en escena, los momentos de debilidad y dubitación de ella serán claves para la tensión narrativa.

Los tres actores generan que la obra sea amena, entretenida y se vuelvan personajes entrañables y muy queribles. El punto fuerte de la obra son las destrezas en escena de ellos tres.

La puesta permite que los espectadores vivencien la catástrofe sufrida en altamar y que cuando el telón marino cae, se abra ante sus ojos La Pampa con sus caminos de tierra y hojas muertas, con refugios abandonados y solitarios. Esto hace más fácil la inmersión al verosímil de la obra.

Las luces, los sonidos y la música en vivo (una suerte de guitarreada donde Zlatko les canta a sus dos compañeros la desgracia que le lleva a su encuentro) generan una ambientación vital para la obra.

Estos tres desarraigados ubicados en una temporalidad lejana a la nuestra, parecen personajes mitológicos atravesados por temáticas y sentimientos que podrían insertarse en el mundo actual. La historia occidental está marcada por la mitología y esta obra busca crear una mitología de la Argentina, es buscar el sentimiento de naufragar en las costas del Río de la Plata.

Ficha

Intérpretes: Alejandro Agustín, Martin Rieta, Paola Sanabria

Dirección: Alejandro Agustín, Verónica Caminos

Categorías: Reseñas

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