Mujer arcoirís

Mujer arcoirís

Ficha

  • Datos de funciones:

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  • Prensa:

    Florencia Lorenzo

  • Entradas:

    3 minutos de tiempo de

 

Lluvia de colores

Una mujer (Vitu Sorzio) consigue suspender el tiempo mientras se da un baño de inmersión. Desde allí, a medida que dialoga con su reciente maternidad, intentará conectar con la artista que tiene dentro. “Mujer arcoiris” es un monólogo, con momentos lúdicos y poéticos, que plantea los deseos, desafíos y dificultades que tiene una mujer joven respecto a las labores de cuidado, su cuerpo, su trabajo y su creatividad.

Las tres grandes aristas que cruzan esta obra son: creatividad, maternidad e individualidad. En ese sentido, se le propone al espectador pensar las siguientes interrogantes: ¿cómo se siente el cuerpo después de parir?, ¿cuál es el momento oportuno para trabajar creativamente? y ¿qué espacio queda para la individualidad y el goce de una mujer cuidadora, y trabajadora? Mientras la protagonista descansa bajo el agua tibia, también piensa estas cuestiones, pero es el llanto del bebé el la regresa abruptamente a sus tareas suspendiendo la reflexión.

Como una especie de corriente de conciencia esta mujer se reúne con las mujeres que la habitan. Se expresa así su deseo de libertad, la culpa que la acecha, el amor que la gratifica, la responsabilidad imperante, el miedo a fracasar y las ganas de crear. A este encuentro se le suma la figura de un neonato demandante de alimentación, cuidado, entretenimiento, amor y abrigo. Con mucha creatividad, la obra se hace a sí misma generando una meta obra. 

La actriz, sostiene con entereza los 50 minutos. Dentro del monólogo, ella desarrolla pequeños personajes con dinamismo y frescura. El espectador puede reconocer las múltiples caras que tiene una misma persona.  A su vez, las características físicas del personaje son interesantes ya que se observa una mujer alta, delgada, con el pelo y la piel cuidada. Comúnmente aquel estereotipo se relaciona poco al cansancio, la frustración y la reflexión. Conscientemente o no, aquella elección rompe con los estereotipos y otorga nuevas unidades de sentido a los constructos socialmente establecidos.

La escenografía es minimalista. Está compuesta de una bañera, un plástico transparente que construye tanto la cortina como el piso del baño. Con pocos elementos y, gracias a la iluminación, se logra una ambientación íntima y realista. Respecto a la luz varía entre luz cálida, fría, rojos y azules diferenciando los espacios emocionales de la protagonista. La decisiones de utilería: un muñeco, juguetes infantiles y las letras de goma espuma terminan de construir el universo de ese hogar. Con ello, la manipulación de los objetos le suma un nuevo lenguaje al ya que le otorga un grado surrealista la puesta escénica.

Finalmente, esta pieza se presenta como un bello testimonio existencial sobre la maternidad, la creación y la búsqueda constante de identidad. Lleno de complejidad y sutilezas se presentan imágenes como la del agua y los colores. Ella se empapa de su presente y se permite escuchar todo lo que hoy porta. El agua se vuelve un elemento necesario para nutrir y conciliar a la mujer, artista y madre.

Ficha

Texto y dirección: Florencia Lorenzo

Actuacion: Vitu Sorzio

Arte: Lucía Maisano.

Género: monólogo – dramático

Categorías: Reseñas

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