Mongo y el ángel

Mongo y el ángel

Ficha

  • Datos de funciones:

    viernes 20h
    Teatro del Pueblo
    Lavalle 3636

 

Ángel de la soledad

En las calles de la ciudad, entre desperdicios y basura, se esconden todo tipo de personajes, a quienes muchas veces la gente les pasa por al lado sin siquiera mirarlos. Son casi como parte de un paisaje decadente en el cual la miseria es moneda corriente. Gente que vive en la extrema pobreza, que no tiene prácticamente nada, pero que a partir de las duras vicisitudes que le han tocado atravesar cuentan con una gran riqueza de historias de vida.

Mongo es un músico que duerme a la intemperie, entre cartones mugrientos, en la puerta de lo que supo ser un importante teatro (pero que ahora está abandonado), en donde alguna vez se había presentado como un artista exitoso. Pero en la actualidad su realidad es totalmente diferente, ya que subsiste como puede, gracias a la colaboración de la gente que lo escucha tocar en la calle.

Su miserable existencia da un giro inesperado cuando conoce a Pino (un misterioso linyera quien es apodado “el ángel”) y más tarde a Lili, una mujer que se gana la vida como meretriz. Con quienes entabla una especie de amistad que le ayudará a despertar de su pesadilla de soledad y a ver la vida con otros ojos.

Los personajes están construidos y desempeñados por los actores de una manera muy verosímil, sin caer en el grotesco ni el estereotipo caricaturesco, otorgándoles una profundidad y una sensibilidad conmovedora.

La escenografía diseñada por Ariel Vaccaro, que representa el frente de un teatro abandonado vallado por tablones de madera, repleto de basura, escombros, papeles de diario, cartones y demás materiales de descarte, apoyada por la sutil iluminación de la calle crean un ambiente sombrío, en una paleta de grises, casi pictórico o cinematográfico. El vestuario también realza esa idea como de estos seres que se camuflan con el paisaje urbano, casi sin ser vistos por las multitudes de personas que transitan por la ciudad. Estos seres que viven rodeados de tanta gente, pero que paradójicamente están sumidos en una gran soledad, marginados del resto de la sociedad. Esta sociedad de gente dormida, que mira sin ver, sin prestar atención, que van como si fueran sonámbulos.

Una conmovedora obra del dramaturgo Héctor Oliboni, que expone una cruda realidad, demostrando que, aún cuando no se tiene nada, la esperanza es lo último que se pierde.

 

Ficha    

Intérpretes Bautista Duarte, Silvina Katz, Martín Urbaneja

Dirección Marcelo Velázquez

Género Drama        

Categorías: Reseñas

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