A dónde te fuiste

Amadeo (Sebastián Suñé), un artista excéntrico y conocedor de muchos países, ha vuelto a su pueblo natal donde es considerado persona non grata. En la pequeña localidad están los de siempre, haciendo y hablando las mismas cosas. En su paso, visita a  Julián (Gerardo Serre), un viejo amigo, y a su hija Emi (Julieta Lastra), quién es también su ahijada. Sin embargo, todo plan y orden cambia repentinamente.

La obra se compone de momentos dramáticos y cómicos. El reencuentro entre Julian, alias el Petiso, y Amadeo se ve rodeado tanto de los recuerdos del pasado como de la ausencia del artista en el presente. ¿Qué deja el que se va?, ¿hay quienes lo esperan?, ¿cuánto tiempo se puede esperar? y ¿la amistad se alimenta de los meros recuerdos? son algunas de las preguntas que podría hacerse el espectador al observar esta pieza.

A la casa del Petiso también llega la Pocha (Berenice Gandullo), ex de Julián y mamá de la Emi. Con mucho desplante e histrionismo se instala y pone al día a Amadeo sobre los últimos acontecimientos de la zona que, como todo pueblo, recibe a un circo itinerante y está lleno de chusmerío. Es allí donde una confesión del recién llegado cuestiona el vínculo entre ambos. Pocha se siente atrapada en este pueblo fantasma y necesita sentir la novedad. La pieza escénica constantemente invita a reflexionar sobre el paso del tiempo, los vínculos, lo que no se hizo y lo que quedó pendiente.

Con una propuesta escenográfica contundente, Franco Verdoia invita al espectador a ingresar en la casa de Julián y con ello, a su mundo. En escena se puede observar principalmente el living y más atrás otros ambientes de la casa. La obra cuenta con un diseño de sonido (cadena del baño, aviso circo) y diferente utilería (celular, vasos, fernet, arma, maletín, máquina de Julián) que terminan por situar y envolver al espectador.

Por último, la iluminación complementa esta apuesta con la textura que le da diferentes imágenes que están fuera del foco principal. Con ello, los focos azules y rojos le otorgan mayor densidad a la escena.

Uno de los ejes temáticos de este reencuentro son los 15 años de la Emi. Gallardo (Gabriel Carasso), un policía y también amigo de la infancia que está en la recepción de Amadeo, comenta lo que significó la fiesta de cumpleaños. ¿Cuál es el rol del padrino?, ¿qué se puede ofrecer y que se espera de dicho rol?. La ausencia de Amadeo resultó significativa para Julián ya que para él este evento era canónico. El Petiso puso en riesgo su vida por el festín y el recuerdo de este.

Cada personaje está perfectamente construido. Desde el vestuario, que lo vuelve particular y detalla su personalidad, hasta el mundo y punto de vista que comparte. Aquí las actuaciones son destacables ya que es posible observar el compromiso escénico de cada uno de los integrantes del elenco. Con un acento bien marcado y de habla rápida, transitan por la nostalgia, la alegría, la preocupación y el cariño.

Finalmente, el espectador puede cuestionarse si acaso la amistad tiene un límite, qué haría por una amistad y dónde están esos amigos que se fueron. Esta obra, con una hermosa y cruda metáfora, hace posible disfrutar del regalo de la amistad o la familia que se elige.

 

Ficha:

Dirección: Franco Verdoia

Interpretes: Sebastián Suñé, Gerardo Serre, Berenice Gandullo, Gabriel Carasso y Julieta Lastra

Género: Comedia dramática