Entre el deseo y la revolución

En el año 1976 se publica la novela “El beso de la mujer araña” escrita por Manuel Puig. El escritor dedicó gran parte de su vida al cine y la literatura. Si bien, no finalizó su formación cinematográfica, ni dirigió profesionalmente películas, el mundo del cine estará muy presente en su producción literaria. En su infancia y adolescencia, el cine fue un refugio, en aquel pueblo hostil, que tras publicar “Boquitas pintadas” lo declararía persona no grata. Su controvertida vida lo llevo, no solo a tomar una posición, sino a militar sus ideas. Asumiendo su condición de homosexual desde la pubertad, a principios de los años 70’, se convirtió en miembro fundador del “Frente de liberación homosexual”. Su historia, sin lugar a dudas, marcó la temática y el desarrollo de esta novela a partir de la cual se hicieron diversas puestas teatrales, adaptaciones cinematográficas e incluso un muy conocido musical. La trama condensa la historia de un joven militante llamado Valentín, que cae preso al pelear por sus ideales de revolución socialista y un homosexual, llamado Molina, que comparte la misma celda acusado por corrupción de menores. Estas dos figuras representan cierto antagonismo en su pensamiento.  Al hablar de las películas que Molina le cuenta a Valentín para sobrellevar esas largas horas de tedio; uno valora, desde el lado emotivo, los sentimientos, la pasión, el amor; mientras el otro ve una tesis social sobre los mecanismos de manipulación de la clase dominante, sosteniendo que es necesario dejar todo sentimentalismo de lado, para concretar un ideal social. Y en medio, aparece la sexualidad, el deseo, y esa posible relación que intenta encontrar una mirada conciliadora, en una época convulsionada por grandes cambios.

Valeria Ambrosio dirige esta puesta recreando, por momentos, escenas de gran intensidad donde el compromiso de los actores se hace evidente. El diseño espacial ambienta el lugar en el cual la acción transcurre, colocando a los personajes en una situación realista, que se quebrantará llegando más bien al final de la pieza. Las luces, la música y el vestuario cumplen eficazmente con la propuesta generando climas y contextualizando la obra. La narrativa de Manuel Puig finalmente concretará su voz en la escena reafirmando la importancia de un autor que merece no ser olvidado.

Ficha:

Actúan: Ernesto Perez Re, Pablo Pieretti

Dirección: Valeria Ambrosio