La vis cómica

La vis cómica

Pasiones como enfermedad del alma

En un escenario desolador compuesto por piedras grises, aparece en escena, Berganza, un hombre que representa al perro del dramaturgo y que será el presentador que intervendrá al comienzo de cada acto. Su función está destinada a introducir al público sobre el contexto de la obra y la trama no representada. Su irrupción e interrupción, a su vez, introducirá complicidad y comicidad a su discurso, reemplazando la caracterización de un perro por palabras que ladran.

En el primer acto, el espectador podrá apreciar el desembarco de la compañía de Angulo, el Malo, al Virreinato del Rio de la Plata, acompañado por su esposa, actriz y costurera de la compañía teatral, y el dramaturgo. Todos poseerán un vestuario de ropas con un gastado uso. En el caso del dramaturgo con pluma en mano y madera como soporte de escritura, vestirá, una toga y otros vestuarios de diversas obras para formar capas que lo protejan del frio porteño.

Esta compañía desembarca en un contexto donde no existían plazas públicas para representar obras. Para ello, necesitarán la autorización del Virrey para desarrollar su arte, que, para colmo, ya cuenta con una compañía principal, donde no se acepta a la competencia. Mientras tanto, Angulo se convertirá en el contratista de la compañía, consiguiendo trabajos que les permitan sobrevivir ante una situación cada vez más complicada.

En cuanto a las actuaciones, si bien, están apoyadas en el juego de palabras que propone el dramaturgo, las interpretaciones transmiten las pasiones y las frustraciones de los personajes realizadas con oficio de un grupo experimentado, compuesto por Luis Campos, Cutuli, Stella Galazzi y Horacio Roca.

Por momentos, siguiendo con el análisis de la actuación, surgirán monólogos por parte de la costurera y el dramaturgo, ambos acompañados por una iluminación cenital, donde expresarán sus pesares ligados al momento en que conocieron a Angulo y como se embarcaron al proyecto de viajar como compañía de teatro. Dichos monólogos serán representados utilizando las características del teatro isabelino, de cara al público y ubicándose formando una crux escénica, que era la forma antigua de presentarse al público. Además, poseen como recurso, la declamación, típicos del actor juglar, en acto de la comunicación verbal y corporal.

De hecho, el público apreciará la escena donde Angulo el malo utiliza una peluca y una máscara que simula el rostro humano y modifica su actitud corporal, como intentando levantar la moral del grupo, en post de modificar ese estancamiento en que se encuentra la compañía.

La vis cómica, última obra escrita por Mauricio Kartun, cuenta con magníficas interpretaciones donde impera el juego de palabras, realizando un recorrido por las pasiones como enfermedad del ama y siendo un homenaje a los personajes entrañables de Cervantes y al teatro isabelino.

 

Ficha

Elenco: Luis Campos, Cutuli, Stella Galazzi y Horacio Roca

Dirección: Mauricio Kartun

Género: Comedia dramática

Categorías: Reseñas

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