El lenguaje del movimiento

Próspero, duque legítimo de Milán, ingresa en escena vestido de negro, reflexionando y escribiendo palabras en el aire que representarán las inscripciones en el viento y el pedido de una tempestad. Miranda, hija de Próspero, contempla el poder del agua y la fuerza que hunde los buques compadeciéndose de los naufragios. Aquí, aquellos que ejecutan la voluntad de Próspero, sobre todo Ariel, genio del aire tendrá protagonismo y relevancia en la trama, al generar la tempestad como promesa de una futura libertad. Así se sucederán eventos que atraviesan la línea argumental de la obra de Shakespeare, en una versión libre donde los personajes serán identificables para el público presente, sobre todo la caracterización de los bufones o de Calibán, esclavo salvaje y deforme.

En este aspecto, cabe destacar que, si bien nos encontramos ante una representación libre de danza contemporánea, la caracterización de algunos personajes se puede apreciar en la forma postural y las actitudes que adoptan. Por ejemplo, en el caso de Calibán, un personaje fundamental que ingresa desplazándose en su deformidad con una expresividad corporal que denota su intensidad y violencia en cada uno de sus movimientos.

Todos los cuerpos silenciosos hablan desde la expresión física, alternando la danza clásica a movimientos que denotan la monstruosidad de algunos personajes.

Este escenario compuesto de barcos de papel, serán intervenido por mujeres que representan ninfas y el viento llevándose los barcos arrastrados por el temporal. En el fondo del escenario, tres ventiladores grises se accionarán proyectando imágenes del agua en movimiento.

Por otra parte, la iluminación de Alberto Lemme es clave porque nos sumerge en esa tempestad empleando recursos propios de la dramaturgia de la luz como el cambio de color para los rayos y el agua.  A la vez, su trabajo posee detalles esenciales como el uso del haz de luz en movimiento como recurso para proyectar el poder de Próspero sobre los demás personajes.

En relación al vestuario realizado por Carlos Gallardo, el mismo da cuenta de la vestimenta de la época para representar el texto emitido en escena, con una libertad y autonomía que no desdibujan la obra de Shakespeare, sino que la enaltecen.

En cuanto a la música de Philip Glass, la misma aportará ritmo a las escenas y modificará la ambientación otorgando pasajes que van desde la calma al dramatismo de la violencia que se producirá, como, por ejemplo, ante el choque de las fuerzas que combate el protagonista.

En conclusión, la obra “La Tempestad” es una excelente propuesta de danza y música, donde los espectadores podrán apreciar del lenguaje del movimiento y la riqueza de una obra que perdura en el tiempo, hecha con el mismo material con el que se hacen los sueños.

 

 

Ficha:

BALLET CONTEMPORÁNEO DEL TEATRO SAN MARTÍN

Dirección: Andrea Chinetti. Codirección: Diego Poblete

La tempestad

Versión libre de la obra teatral de William Shakespeare

Coreografía, libreto y dirección general: Mauricio Wainrot

Música: Philip Glass

El Ballet del San Martín repone la recordada versión coreográfica de Mauricio Wainrot del clásico de William Shakespeare estrenada en 2006 y luego presentada por el Ballet du Capitole de la Ópera de Toulouse, Francia (2012) y por el Ballet de la Opera de Bordeaux, Francia (2016), entre otras grandes compañías del mundo. Dijo el coreógrafo que La tempestad “es una obra de acertijos y de mundos espirituales diversos. Mi versión está contada como una obra épica, con personajes mágicos y misteriosos, para los cuales he creado un vocabulario histriónico a través del movimiento”.

Escenografía, vestuario y dirección de arte de video: Carlos Gallardo. Iluminación: Alberto Lemme. Reposición coreográfica: Andrea Chinetti, Diego Poblete, Elizabeth Rodriguez, Melisa Buchelli. Reposición de vestuario: Analía Morales. Reposición de escenografía: Alberto Lemme. Compaginación musical: Gustavo Dvoskin. Dirección multimedia: Ramiro Fernández, Javier Mrad, Diego Primero. Puesta de video: Nicolás Lihuel Kalman, Manuel Rodrigo Díaz

Bailarines:

Constanza Agüero, Camila Arechavaleta, Brenda Arana, Lucía Bargados, Carolina Capriati, Flavia Dilorenzo, Fiorella Federico, Daniela López, Silvina Pérez, Eliana Picallo, Andrea Pollini, Eva Prediger, Lara Rodríguez, Ivana Santaella, Manuela Suárez Poch, Federica Wankiewicz, Antonella Zanutto.

Adriel Ballatore, Juan Camargo, Matías Coria, Matías De Cruz, Francisco De Assis, Lautaro Dolz, Rodrigo Etelechea, Gastón Gómez, Jonás Grassi, Alejo Herrera, Benjamín Lameiro, Vicente Manzoni, David Millán, Boris Pereyra, Rubén Rodríguez y Damián Sabán.

Género: Danza