Sobre la literatura y la pena

Un fondo de árboles que representa un bosque frondoso y más allá, un lago que expande la imaginación.  Un joven dramaturgo y una actriz esperan al distinguido público, entre ellos, la madre del dramaturgo y un reconocido escritor de la época. Se disponen las sillas de espalda al público, formando un semicírculo frente a un pequeño escenario.Pronto comenzará la obra. Una obra dentro de otra obra como una muñeca rusa que contiene tonos de humor y sutilezas sobre las formas de pensar y representar el teatro y el arte en general. Pero al término de la personificación, surgen debates, tensiones que darán inicio a la trama de “La gaviota” de Chejov.

Arkadina, actriz de teatro y diva, tiene un amante llamado Trigorin. Pero todo se complejiza ante una serie de eventos que dejarán a varios personajes en mitad de camino y donde prima la tensión de las relaciones humanas.

En una entrevista realizada al diario Ámbito, el director Rubén Szuchumacher, expresaba que la obra, le escapa a la idea que siempre se tuvo sobre Chejov en Argentina, sino que, hace foco en la pena que siente Chejov sobre los personajes.

Es así, que las interpretaciones están atravesadas por esa lógica, donde impera el humor modificando el timbre de voz y la intensidad de algunos personajes, hay un juego corporal que se aprecia en las posturas, actitudes utilizando el desplazamiento del cuerpo a lo largo de todo el escenario, para dar dinamismo a la obra.

En esta lógica de interpretaciones, se destaca el trabajo de Muriel Santa Ana que le otorga frescura, emotividad y naturalidad a un personaje y un texto clásico difícil para interpretar en la actualidad.

Otro aspecto fundamental de la obra, es el diseño de los vestuarios que otorgan cercanía a los espectadores, trasladándose a una época de vestidos clásicos para las mujeres y trajes para los varones. Todo un trabajo de vestuario que destaca por su aprecio al detalle.

En cuanto a la iluminación, la dramaturgia de la luz permite que los espectadores aprecian toda la trama sin dejar que la oscuridad vele partes de la escena.

En esta trama de conflictos amorosos, duelos y debates literarios, los interrogantes se suceden dejando el alma de los personajes al descubierto, apartando la interpretación del drama familiar para centrar en otros aspectos de la obra.

En conclusión, la obra “La gaviota” de Chejov dirigida por Rubén Szuchumacher, permite apreciar una nueva mirada sobre el texto, sin intentos de aggiornarla a la actualidad y con un foco dirigido en respetar el contexto y las formas clásicas.

Ficha:

Género: Comedia dramática

La gaviota se presentará a partir del viernes 26 de septiembre, de miércoles a sábados a las 20.30 horas y los domingos a las 19.30 horas en la Sala Casacuberta del Teatro San Martín (Av. Corrientes 1530). Con traducción de Alejandro González, versión de Rubén Szuchmacher y Lautaro Vilo y dirección de Rubén Szuchmacher, La gaviota está interpretada por Muriel Santa Ana, Diego Cremonesi, Juan Cottet, Carolina Kopelioff, Vando Villamil, María Inés Sancerni, Mauricio Minetti, Pablo Caramelo, Carolina Saade, Diego Sánchez White, Fernando Sayago, Alejandro Vizzotti y Jimena Villoldo.