Hidalgo

Hidalgo

Ficha

  • Datos de funciones:

    Funciones: viernes 20 y 22 hs.
    Duración: 60 minutos
    EL CAMARÍN DE LAS MUSAS
    Mario Bravo 960. Reservas: 4862-0655

  • Prensa:

    Prensa: Carolina Alfonso

 

La libertad es darse el gusto

Un típico adolescente desviado del camino hacia un futuro potable (Agustín Daulte), sin nada por lo que arriesgarse, y una empleada (Paula Marull) – subordinada de un jefe omnipresente y pretencioso – que  se desvive para poder cumplir sueños que lleva aplazando día tras día, componen la escena de esta pieza maestra.

Más que contar una historia estos dos personajes ponen en tela de juicio las ambiciones personales, y hasta donde somos capaces de resistir, siendo aquello que los demás esperan de nosotros.

¿Quien es entonces Hidalgo? El adolescente tiene que hacer un ensayo sobre esté personaje histórico, compositor de un famoso cielito, y retratar a un hombre que no llegá a ser un procer como San Martin o Belgrano, pero que trascendió en la historia nacional por su trabajo artístico.

Incapaz de soportar la levedad con la que el adolescente se toma la posibilidad de repetir de año, la empleada decide poner manos a la obra y motivar a toda costa al chico para que sacar de él un poco de inspiración. La conversación entre ambos personajes, transcurre con un monologo casi constante de ella, donde deja entrever sus propias desiluciones de vida, y una tenacidad admirable para poder cumplir con su deber de subordinada, que no puede aplicar en función de sus sueños. “Hacer las cosas para uno, es valiente, sin preguntarse si al de afuera le va a gustar” es una de sus conclusiones. Su gran pasión, la guitarra se vió truncada por los comentarios externos de su familia que le pedian silencio constante, para darse cuenta de la ironía de que, al final de la vida, fueron esos mismos familiares los que lamentaron que no hubiera continuado con su gran pasión.

Hidalgo, es el fantasma en el cual estos dos personajes se sienten reflejados, y es la admiración hacia el poeta – que decidió escribir por el siemple hecho de ser lo que le gustará, sin necesidad de detenerse en las opiniones ajenas – es lo que los motiva a seguir indagando sobre lo que hacemos durante el tiempo que tenemos y que dejamos en el mundo antes de marcharnos.

“Un rato, todos somos un rato”, es a la conclusión que la empleada llega y es allí cuando la motivación y la creatividad del chico se despiertan para dejar entrever su madurez artistica, y un retrato posible del hombre – Hildago – que los llevó a encontrarse en esta conversación.

Hidalgo, de la genial directora María Marull, es apasionate y dulcemente inspiradora. Todo transcurre orquestado para mantener al espectador atento a cada palabra, a cada frase inspiradora que nos lleva por el camino de la reflexión para revisar nuestras propias conclusiones. Hay que ir a verla preparado para que la sensación de duda sobre nuestras propias acciones nos invada, y nos haga sentir unos niños en el camino de la vida.

Categorías: Reseñas

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