En la plataforma de CINE.AR Play, desde casa, como corresponde, tenemos disponible una diversidad de opciones para ver. En esta oportunidad, documental, género que en lo personal me fascina, porque cuando el género está correctamente explotado, nos permite aprender pero también nos puede emocionar.
‘El Artista Peripatético’, filmada en 1993, producida por la Escuela del Cine, con dirección y guion de Laura Aparici, en su primer trabajo como directora, donde el consultor técnico fue el reconocido director de cine Manuel Antin. La directora participó posteriormente en dos cortometrajes, en uno como asistente de producción en el 2004, bajo el título “El cura confesó” y en el otro a cargo de la fotografía “La Canción de Año” en el año 2005.
Mi selección de esta documental se debe al interesante contenido y además de su corta duración, apenas 24 minutos, que también la hace atractiva. No es la extensión lo que determina la calidad de una documental.
Este hombre, habitante porteño, Carlos Meriassino, si les despierta más curiosidad, después de ver la película, pueden encontrar mayor información, en las redes sociales. Hoy con sus 80 años, largos, sobre los hombros y que no da la impresión de pesarle, lo encontrarán en varias páginas de Facebook, donde lo muestran como un reconocido ingeniero organero, en una misión altruista pero muy difícil que es restaurar órganos que se encuentran abandonados en iglesias y casas antiguas.
Cuando terminen de ver la documental, llegarán a conocer la profundidad de este científico y artista, un personaje singular y su perfil de vida se ajusta al título de la película: “artista peripatético”. En alusión a la escuela peripatética de la Grecia Antigua, creada por Aristóteles, donde juntaba en su jardín a sus discípulos para hablar de la vida. Y como creo que la vida es un arte en sí misma, el título le viene como anillo al dedo.
La documental se compone de tres partes. En la primera, el mismo Carlos Meriassino, en un monologo, sin necesidad de voz en off, en un dialogo con la cámara, como un docente dando clases a sus alumnos, cuenta su historia de vida, nos comparte su frustración por no haber podido ser marinero como lo fueron sus tíos matermos, debido a la Segunda Guerra Mundial, en donde eligió estudiar ingeniería naval y luego medicina.
A través de Carlos podemos conocer como afinar un calíope: instrumento musical, que produce sonido mediante un flujo de vapor, a través de unos silbatos y que surge de descubrir los sonidos que genera el agua y otros objetos experimentales: un péndulo que cuelga de otro péndulo o un péndulo peripatético que camina, sus inventos, algunos como Elfo un robot eléctrico con un ojo que busca la luz , incursiona en temas como la religión, el cine. Da la impresión de un hombre con varias vidas, y en esta primera parte se ha ganado el título de polímata, que es una palabra que me obligó recurrir al diccionario: “aquel que conoce de varias ciencias“.
En la segunda parte de la documental, habla con un amigo, donde ya en su tercera edad, junto a él, recorrem artes como la pintura, la escultura. Un filosofar de Carlos en voz alta, donde se ve la escucha de un amigo, quien lo escucha, en todo momento. Carlos nos cuenta de su infancia, mientras un niño nos transporta a esa época, mientras nos cuenta sus miedos, porque de los 10 hasta los 13 años estuvo en un colegio pupilo, con el trauma de no entender porque había sido internado, pero omitiremos contarles para no spoliar la historia.
La tercer parte, nos introduce este hombre, en sus preferencias musicales, y Carlos Nuñez Cortés de Les Luthiers relata como colaboró junto a Carlos a inventar instrumentos que fueron utilizados en obras del grupo, por ejemplo, un instrumento de viento llamado arguilofono siendo empleado para tocar en uno de los espectáulos, la Serenata Media Oriental. Carlos las nombra como “inventos engendro” donde recuerda la Mandocleta, la marimba de cocos para la obra Música y Costumbres en la Isla de Macaroa, donde tuvieron que juntar un centenar cocos para conformar todas las notas o la gaita de cámara. Y también se habla del vínculo de amistad y aprecio hacia este hombre.
Carlos Meriassino lo dice en la documental es un apasionado por la vida, se está vivo mientras se tienen preguntas para hacer. Cuando dejes de hacerte preguntas es que estás muerto. Pero según Carlos siempre hay una última pregunta, que los invito a que se enteren viendo la documental en Cine. AR accediendo a este link:
https://play.cine.ar/INCAA/produccion/741/reproducir
Ficha Técnica.
Protagonista: Carlos Merlassino
Dirección y guion: Laura Aparici
Asistente de dirección: Fermín A. Rivera
Dirección de Fotografía: Rodolfo Denevi
Música : Juan Martín Viera
Sonido: Anibal Girbal
Montaje: Tomas Colombo
Arte: Viviana Baracart
Casa Productora: INCAA
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