La chica de al lado

Generalmente si José María Muscari está detrás de un proyecto, de antemano se sabe que se trata de una propuesta rupturista e innovadora, pero en lo que respecta a este espectáculo, él mismo lo promociona como “una comedia como las de antes” y realmente es eso, una comedia con tintes de picaresco soft y vodevil.

Una mansión lujosa, con sillas de pana rosa, un gran sillón fucsia, enormes arcos que dan al jardín y un cartel luminoso con el nombre de la obra en el medio del living. Allí vive una Diva (Betiana Blum), ella hace juego con su entorno, derrocha glam desde su vestimenta), hasta su forma de expresarse, pasando por su andar.

La mujer vive sola… bueno sola, sola no, su estatus, situación y dinero le permiten darse sus “gustitos” y tiene uno rubio, de 1.90hts,con un físico muy trabajado, que en los momentos que decide usar algo más que un bóxer de leopardo, se viste “a lo Versace” (Mario Guerci), un acompañante de lujo y muy pretencioso por cierto.

Su casa linda con un internado, en el que hay una epidemia de coqueluche (tos convulsa), por lo que la Madre Superiora (Mónica Villa) le solicita a la artista, si por favor puede cuidar unos días a Juanita (Julieta Poggio), ya que está sana y quiere evitar el contagio, ella acepta y ahí comienza el baile.

Un par de días después, los tres habitan de la casa tendrán que montar una farsa ya que el hijo de la dueña (Agustín Sullivan) llega de visita y no puede saber quién es el galán que está instalado en el lugar.

El recién llegado es muy diferente a los demás, es un estudioso que no le gusta salir, tiene muchas alergias, come sano, etc… básicamente un nerd solitario que se enfrentará a un mudo nuevo. Cabe destacar la construcción de Agustín, logrando mediante su gestualidad y modos de decir (usando la exageración como recurso por ejemplo), un personaje sumamente divertido.

Una comedia en la que los enredos no tardarán en llegar y los gags muy bien llevados, en los que Muscari aprovecha para meter varias referencias noventosas, modernizando esta comedia estrenada en los 70’, con Nini Marshall como protagonista.

Cabe destacar el vestuario, ya que la mayoría de los personajes tienen varios cambios y cada outfit es fiel reflejo de la personalidad.

Realmente es un lujo ver a Blum y Villa juntas en escena, son dos comediantes de primera línea y seguramente al leer esos nombres se te cruzó alguna imagen de Esperando la carroza… y sí, una referencia inevitable. Dos humoristas destacadas que engalanan cualquier puesta.

Julieta y Mario están muy bien en sus roles, despertando risas entre la platea.

La puesta general cuenta con la agilidad que la historia y el género necesitan, hay un muy buen uso de todo el espacio, los intérpretes recorren y usan cada rincón en una situación diferente, aportando ritmo.

Definitivamente José María lo hizo otra vez, una comedia con una cuota de ternura y mucho humor, muy entretenida y efectiva.

¿Qué tanto puede cambiar una vida en dos días?, en Coqueluche está la respuesta.

Ficha:

Con: Betiana Blum, Julieta Poggio, Agustín Sullivan, Mario Guerci, Mónica Villa
Dirección: José María Muscari

Género: Comedia