Premoniciones de tormenta

Los seis meses que transcurrieron entre enero y julio de 1974 fueron marcados por varios hitos: Arnaldo André conquistaba semana a semana el corazón de las televidentes y Monzón ilusionaba con hacer patria en tierras lejanas mientras transcurría el último tiempo de Perón. Roberto, funcionario de Perón, oscila entre trabajo y vacaciones mientras que su esposa se obsesiona con escritos que traspasan la barrera de la realidad. Ethel, su vecina, comienza a entablar una amistad con ambos mientras una tormenta azota las costas de Miramar.

El tono surrealista en el que transcurre la obra es otorgado desde un primer momento por la puesta en escena. Una pantalla gigante proyecta más que simplemente el fondo. Como todos los elementos que la componen, trabaja de forma activa con los actores para ir desarrollando la trama. Esto se complementa a su vez con distintos módulos de diferentes alturas que permiten hacer énfasis en algunos diálogos. Estos mismos, aunque a veces confusos, otorgan una nueva interpretación del comienzo de un tiempo nefasto con mucho humor, pero sin perder el tono de gravedad. La desesperación por llamadas que nunca aparecen es representada por diferentes teléfonos, y los saltos temporales así como aquellos puentes entre fantasía y realidad son demarcados por la iluminación elegida.

Las actuaciones a cargo de Vanina Montes, Abián Vainstein y Maite Velo merecen un párrafo aparte. Con mucha destreza física pudieron introducir varios momentos musicales y cambios de vestuario manejando los tiempos de forma tal que sea posible disfrutar la historia, pero sin sentirla sobrecargada.

La obra de Mario Segade es la huella de una época que quedó grabada en la historia argentina y que es importante no olvidar con los tiempos que transcurren. Catarro es una obra para empatizar y divertirse, una bocanada de aire fresco en un momento de incertidumbre.

 

Ficha

• Directora: Mario Segade
• Actores: Vanina Montes, Abián Vainstein, Maite Velo
• Género: Comedia dramatica