Un noche de buen tango con Rodolfo Mederos
El banoneonista y compositor argentino Rodolfo Mederos ofreció junto con su Orquesta Típica una noche de buen tango a todos los que asistieron a la celebración de los 15 años de esta agrupación. El evento se llevó a cabo en La Academia Tango Club, en el marco de la programación de los viernes de gala en los que este espacio tiene previstos abrirles a las puertas a algunos de los principales representantes del tango de ayer y hoy.
La apertura del recital estuvo a cargo de la Orquesta Típica Orillera, que interpretó sobre el escenario reconocidos temas como Pasional, de Jorge Caldara; Milonguero Viejo, de Carlos Lisardi; o Melancólico Buenos Aires, de Astor Piazzola.
Cuando Mederos empezó su presentación junto a la Orquesta, lo hizo acompañando cada tema con anécdotas sobre su vida, entrelazadas con la historia contemporánea del tango. Según este reconocido músico, «el tango es un universo muy rico y complejo en sí mismo», y la existencia de espacios como ese, capaces de albergar y revivir a diario a este género musical, es fundamental en medio de «la albóndiga cultural en la que vivimos», refiriéndose a la globalización.
El Flete, de Vicente Greco; El Ambrojito, de Luis Bernstein; Te llaman Malevo, de Aníbal Troilo; y La Perinola, de la autoría de Mederos, fueron algunos de los temas interpretados por esta orquesta formada en 2003. El cantor de la noche fue el Nagro Falótico, quien acompañó muy bien a la orquesta en la interpretación de las piezas.
La cantidad de mesas instaladas en la sala no permitió que el público bailara algunas de estas canciones; sin embargo, los aplausos se hicieron escuchar con alegría después de cada tema.
Un momento cumbre, justo al final del evento, ocurrió cuando Mederos realizó comentarios sobre las huellas profundas que ha dejado en él cada músico que ha tocado a su lado e invitó al escenario a uno de los principales directores y músicos argentinos, Daniel Barenboim, quien se encontraba en la sala como espectador. «La música es más que un divertimento, esa sería una visión cosmética de la música. La música verdadera tiene que causar algo en quien la escucha y en quien la vive, y yo he tenido la suerte de tocar con grandes músicos, uno de ellos es Daniel Barenboin».
Frente a los anonadados espectadores, el director mundialmente aclamado subió al escenario, felicitó particularmente a la violinista principal y agradeció a Mederos y al público presente por aquella jornada de buen tango.
Así fue el broche de oro de aquel viernes, que marcó el inicio de las noches de música y gastronomía que estará ofreciendo la Academia Tango Club en Palermo.
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