El vagón de la vida

El valsecito de la vida viaja bajo el asfalto y bajo él se unen historias y momentos sublimes que enmarca el espectáculo de Nicolás Acosta. Un vagón de subte es el escenario singular de un momento excepcional.

El viaje comienza con Marcos Farías (Adrián Stankevicius) un joven oficinista que desde su primera intervención despierta risas, él toma decisiones absurdas como dejar un trabajo y convertirse en artista sin saber las sorpresas que le depararía la vida, un día conoce a Leila (Matiya Romano), una joven estudiante que se encuentra con él en el subte y quizás un café los une para siempre.

Mirta (María José Errandonea Olivera) uno de los personajes más tiernos de la obra lleva implícito el mensaje de creer en uno mismo y no abandonar la esencia de la vida. Ella, viuda, es como un ángel que viaja con un halo de tristeza en sus ojos traspasando al espectador, se cruza con Florencia (Luli Duek) una joven arquitecta que viaja alterada y la cual entre papeles, celulares, reuniones y café se olvida de lo importante que es vivir; al cruzarse con Mirta ella le recuerda a Flor pasajes de la niñez vivida haciendo hincapié que lo único que quería era bailar.

“Jota”- Julia (Catalina Otero)  y Clara (Candela Jeanette Regulez) son dos artistas que con su rap y tango llenan el vagón de música, las dos jóvenes pintan el día de los pasajeros despistados, cabizbajos y en su mundo, con canciones, al finalizar sus intervenciones pasan la gorra para poder subsistir. Jota es una rapera que busca participación de los pasajeros, se cruza con Eduardo (Mario Cangas) un hombre mayor que va inmerso en su libro y parece gruñón, antes de bajarse cruzan una pequeña charla y logra sacarle una sonrisa que para ella es un elemento vital.

Clara, con su voz de tango despierta los corazones de todos, creyéndose invisible ya que nadie la mira a los ojos, deja que su música sea la herramienta para expresar lo que sale de su alma. Tito (Rubén Dorumian), es un linyera que duerme en el vagón, conoce todas las historias que por allí pasan y ve en Clara esa preocupación que tiene por no ser vista, con su mirada él le plantea a la joven que no es invisible sino que gracias a su día a día y las canciones que lleva a ese subte pinta sonrisas y corazones todos los días.

Valentina (Malena Trotta) y Andrea (Alicia Baudor), madre e hija, son parte de un reconocimiento en la relación que se da entre la juventud y los padres, un celular y el quedarse sin batería son el puntapié para que ellas comiencen a verse nuevamente y lograr una charla profunda entre madre e hija. Valentina introspectiva, joven, en silencio, con un hartazgo constante le plantea a Andrea, su madre, extrovertida, risueña, alegre que no pueden hablar ya que no comparten nada en común hasta que se escuchando momentos de la vida de su mamá se da cuenta que ella también paso por la misma juventud que hoy en día le toca, por esta razón el vínculo se afianza logrando entre ambas borrar esa barrera de la cual eran parte.

La magnífica escenografía de Gabi Ferrero, es el escenario propicio y único para el espectáculo, en todo momento el espectador se siente un pasajero más del viaje siendo parte de los pequeños choques de realidad que genera el mismo pudiendo identificarse con cualquiera de los personajes.

Los trabajos más destacables son los de Catalina Otero y Candela Jeanette Regulez ya que ambas con su voz y forma de expresarse logran que se genere el borramiento entre persona y personaje, Catalina juega con sus rimas con total naturalidad y compone a Julia de una forma excepcional. Por su parte Candela con su voz tan dulce hace que pueda admirarse la expresividad que tiene su personaje. Para finalizar Rubén Dorumian tiene una actuación sublime y con su dialogo final hace que sus las palabras atraviesen y se reflexione sobre cuestiones tan simples como vivir.

Bajo el asfalto es un espectáculo que deja como moraleja que hay que vivir el aquí y ahora siendo conscientes de todos los momentos de la vida y dejando de producir invisibilidad en aquellos que quieren ser vistos ya que con pequeños gestos se pueden pintar muchas vidas y corazones de colores.

Ficha

Actores: Adrián Stankevicius, Mario Cangas, Catalina Otero, María José Errandonea Olivera, Luli Duek, Candela Jeanette Regulez, Malena Trotta, Alicia Baudor, Matiya Romano, Noelia Banoldi, Rubén Dorumian.

Dirección: Nicolás Acosta

Género: Comedia