El humor también puede ser emotivo

Cada historia tiene su determinación, contada con sentimiento y un dote que la hace tener sentido. Y la autora y directora Lorena Romanín consigue esto en “Todo lo posible”.

Una obra llena de espontaneidad que desborda. Romanín plasma en estas historias de una forma sensible que los prejuicios, la búsqueda de identidad, la condición sexual de cada uno, entre otros temas, se defienden con uñas y dientes de las opiniones externas.

El ambiente es íntimo: al ingresar a la sala escuchas música relajante y ves a un chico tocando la guitarra y no sabes si participa en la obra o no, la escenografía que es una rueda giratoria el cual es movido por los propios protagonistas y antes que empiece la obra, ellos quieren que alguien del público se suba a la misma para estar acorde a la tranquilidad que ellos transmiten.

En esta rueda se muestran todos los estados de ánimo de los personajes. La iluminación de Diego Becker le aporta dramatismo. Por su ritmo flexible, no permite que el público se disperse y asegura las risas.

La historia empieza con Dani (Marco Gianoli), un joven maestro jardinero desenvuelto y despedido de su trabajo, Magui (Salome Boustani) su hermana mayor insegura y vulnerable, Eliseo (Guido Botto Fiora) que tiene sentimientos encontrados en cuestión de géneros y Álvaro (Claudio Mattos) el novio de Magui, que le reclama cosas y a la vez no tiene ilusiones.

Suma que la obra tenga tacto y complicidad, más los fragmentos musicales en vivo que son eficaces.

Cuando no actúan, con una luz tenue se dedican a observar el trabajo de sus compañeros, y esperar su turno.

En otras palabras la obra habla de cuatro jóvenes que el tiempo o la sociedad les reclama razonamientos que ellos saben que están ahí pero que no quieren ver, y por naturaleza humana se alejan. Una comedia dramática imprevista, divertida y sencilla con escenas graciosas y valientes.

 

Ficha:

Actúan: Marco Gianoli, Salome Boustani, Claudio Mattos y Guido Botto Fiora

Asistencia de dirección: Jimena Morrone
Dramaturgia y dirección: Lorena Romanin