Somos felices, somos tango

Hay una nueva tendencia en ficción y tiene que ver con sociedades futuristas, donde la gente vive separada en castas, por sus habilidades o simplemente por cuna (difícilmente por gusto), una vez que se es asignado a un grupo, no es posible salir ni cambiar, tampoco se puede interactuar con personas de otros sectores; este es el modelo al que me remite Thriller.

La historia se desarrolla en una sociedad donde todo tiene que ver con el tango, es lo que se baila, se vive, se respira, las leyes están basadas en el ritmo musical, todo gira en torno suyo, nada puede escapar de su límite, todos los que viven en ese lugar deben regirse por esas formas.

Un día llegaron intrusos, un bailarín de folclore y una bailarina clásica, inmediatamente son apresados, luego intentan adoctrinarlos porque claramente, con su presencia, formas e ideales ensucian su sociedad, no pueden permanecer ahí y una vez que irrumpieron, tampoco pueden dejarlos ir.

A partir de ese momento, comienza una serie de situaciones que muestra lo adormecida que esta la sociedad en si, como normas y costumbres nos vuelven cuasi zombies, donde lo que importa, vale y es bueno es lo propio y al resto hay que destruirlo o cambiarlo para que sea igual a nosotros. Una sociedad adormecida, donde todo parece color de rosa, pero solo es necesario escarbar apenas un poco para ver la realidad.

Un espectáculo de danza teatro, con un cuerpo de baile esplendido, grandes bailarines que se destacan en lo individual como también así en lo grupal, se mueven en una escenografía simple y funcional, donde se hace un interesante uso de las patas, dando cuenta de los espacios privados, mientras que el escenario muestra los lugares comunes.

Entre los bailarines se destacan un campeón mundial de tango, el bailarín de folclore que le agrega una cuota de emoción y sentimiento extra a su baile y “la Chipi” (Mariela Anchipi) quien tiene un rol destacado, es una perrita que recorre toda la historia mirándola desde otro ángulo. Mariela demuestra con su trabajo que es mucho más que un nombre “de la tele”, realmente hace un despliegue de talento, uniéndose al grupo cuando es requerido y mostrándose diferente es los momentos que corresponde, compone un personaje divertido sin dejar de demostrar técnica y emoción en su trabajo.

La dirección de Ignacio González Cano, hace que la historia sea contada, logra que sea apta para todo público y con esto me refiero a los gustosos del tango, de la danza en general, del teatro, de los musicales y también quienes simplemente entienden que el arte puede ser un lugar de resistencia y crítica social.

Un espectáculo que da una vuelta de tuerca a un género tan propio como es el tango, que casi lo usa de excusa para mostrar una mirada crítica del mundo en el que vivimos, sin dudas, vale la pena acercase a descubrirla.

Ficha:

Bailarines: Mariela Anchipi, Manuco Firmani, Soledad Andrea Fernandez, Lucia Ohyama, Gutierrez Arturo, Leo Di Cocco, Florencia Segura, Inés Zunino, Marcela Maria Conti, Ulises Garcia, Nuria Hortiguera, Leonel Saucedo Herrera, Anabella Sofia Chinellato, Federico Leonardo Luna, Romina Miguel, Gastón Olguin, Leo Pankow, Ramiro Almirón y Mica Mazzucco
Idea y dirección: Ignacio Gonzalez Cano