Había una vez un circo

La música circense tiene esa cadencia tan particular. El paso del tiempo o quién sabe qué designio han hecho que de melodías festivas emane una oscuridad ineludible. Surinam, la obra escrita y dirigida de Víctor Edgardo Chacón, es consciente de ello, y abre a oscuras con una melancólica suite de circos, en plena oscuridad, asentando el tono tragicómico de un espectáculo donde la risa es la válvula de escape de la miseria.

Este grotesco de variopintos personajes es integrado por todos los infaltables del espectáculo trashumante: el forzudo, la bailarina, la contorsionista, el payaso y su fiel mono y hasta el típico joven con poca historia detrás que devino en asistente. Las agrias desventuras de los artistas los encuentran en medio de la selva tropical, buscando público en medio de la nada. El calor y la lluvia los ahogan como la locura creciente de la inanición. El show debe continuar, aun cuando no hay nadie para observarlo.

Mediante una precisa combinación entre narrativa temporal no secuencial, cortes y matices de luz, la mencionada música con su multiplicidad de sentidos y sonido de ambiente, el espectador es transportado a lo recóndito de esa selva, más precisamente a la trastienda de la carpa en medio de la nada. Los objetos en escena son pocos, los necesarios, puesto que el carisma de los intérpretes, sus disfraces atinados y un maquillaje para el absurdo hacen que la platea ría entre los nervios de la tragedia inminente.

El ritmo de la obra es francamente frenético. La temporalidad no lineal otorga al relato un componente cinemático. Tales cruces entre el teatro y la pantalla solo son posibles cuando la puesta es cuidada, como este caso, y cuando el elenco logra un ensamble afiatado. Es una historia absolutamente coral donde ningún actor sobresale por el otro, no por falta de méritos individuales, sino porque la sinergia entre ellos es incuestionable.

Surinam es una tragicomedia novedosa, una combinación de elementos inesperados que logra un resultado inédito. Qué más pedirle al teatro que esa proeza colectiva donde se encuentra el talento con la dirección y la visión de espectáculo. La invitación a ser público invisible de este show sin audiencia es irresitible.

Ficha:

Actores: Manuel de la Serna, Antonella Del Valle Piersanti, Sathya Dematti, Rocío Celeste Fernández, Javier Grinstein, Lucas Ranzani

Director: Víctor Edgardo Chacón