El futuro ya llegó

Ciencia ficción y emoción en un musical para toda la familia.

“No es fácil escucharla” se sitúa en un mundo futurista y ultra tecnificado en el cual los niños son obligados a trabajar mientras que un grupo de adultos y una gran computadora los domina para que cada vez sean más productivos. Los niños anhelan volver con sus familias para eso deberán planear una fuga y liberarse de quienes los someten.

La estética de la obra es uno de los puntos fuertes para hacer creíble y atractivo ese mundo distópico. El diseño escenográfico remite a una maquinaria compleja, con muchos cables y elementos. El vestuario refuerza la idea de un espacio donde se trabaja y hay jerarquías. También la iluminación con proyecciones termina de configurar este particular universo.

Las actuaciones tienen el tono adecuado entre el drama, lo emotivo y el humor. Se destaca el personaje de Tatú interpretado por Brisa Marcote, quien es la protagonista. Que acompañada por Catu Marín y Nico Sousa, integran el grupo de niños. Siempre es interesante ver en teatro actores y actrices tan jóvenes que rondan los quince años de edad. Completan el elenco Juan Ockasio y Marián Lorena Vázquez, con un buen desempeño en sus papeles.
Además de la parte actoral, los momentos musicales donde los personajes cantan aportan calidez y más emoción. Todas las voces del elenco suenan muy bien y se integra cada pieza musical a la escena.

Si bien la obra tiene un tono de aventura en la cual unos niños, pese a sus diferencias, logran organizarse para vencer a un enemigo mayor. A su vez, deja entrever otros temas para la posterior reflexión del espectador. Desde ya el uso de la tecnología y la inteligencia artificial es algo que aparece en la obra y hasta qué punto esa inteligencia puede llegar a controlar a otras personas o puede ser utilizada para tal fin. Así mismo, el tema de la productividad, la exigencia de tener que ser productivo, es algo que está presente en la sociedad actual. Esto lleva a preguntarse en manos de quien queda el beneficio de esa productividad. En la obra quienes se quedan con los rendimientos de esa productividad son los villanos, cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.

Una propuesta encantadora, en especial para niños y niñas de diez años en adelante para quienes la oferta teatral suele ser acotada. También los adultos van a disfrutar de este musical, que emociona y sueña con un futuro mejor.

 

Ficha:

Intérpretes: Brisa Marcote, Catu Marín, Juan Ockasio, Nicolás Sousa, Marián Lorena Vázquez.

Dirección: Wilfredo Parra.