Ya no es la misma
Mamá está más chiquita es un espectáculo que formó parte del concurso de la Bienal del Arte Joven, siendo la misma la ganadora.
El amor de una madre es el más fuerte e intenso que existe. Es sanador, cura cualquier enfermedad y dolor. Solo ella sabe lo que nos pasa, que sentimos, como nos sentimos. Aun en los momentos más difíciles, sus juegos hacen todo alegre.
Teniendo el amor de nuestros seres queridos, ya tenemos todo lo que necesitamos.
Es un drama musical que apuesta al cariño, a lo emotivo, a revivir el amor puro de nuestros seres queridos. Intenso, mágico, esencial.
Una realidad que a veces duele, pero de nada sirve llorar. La vida continua y debemos seguir mirando para adelante, acompañados de las personas que nos llenan de felicidad, aquellas que amamos.
Brillantes actuaciones de Déborah Turza como Rita, Tomás Wicz como Diego, Paloma Sirvén como Clara, Juan Manuel Barrera como Germán y Ana Padilla como Alicia. Hermosos personajes logrados a la perfección, haciéndonos vivir a los espectadores momentos de ternura, alegría, reflexivos y emotivos.
Hermosa dramaturgia de Ignacio Olivera. Un texto hermoso que revive momentos intensos en la vida de una madre y sus dos hijos.
La dirección es de Andie Say y la dirección musical es de Juan Pablo Schapira. Sin dudas dos grandes directores que han hecho un trabajo sensacional.
Gran trabajo de Marisol Castañeda en vestuario, Lucila Rojo y Gastón Segalini en escenografía, Caio Senicato y Samir Carrillo en iluminación. Una combinación de elementos necesarios para disfrutar aún más de esta gran obra.
Un espectáculo hermoso e increíble, donde los sentimientos están activos a todo momento. Para toda la familia, una propuesta genial para hacer distinto al martes y al sábado. No por nada Mamá está más chiquita gano la bienal de arte. Una vez más: ¡Que viva el teatro independiente!
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