Lo que el río hace

Lo que el río hace

Ficha

  • Datos de funciones:

    Información sobre las funciones, en la cartelera

  • Prensa:

    CTBA

 

La respuesta está en el interior

El Litoral, Corrientes, Esquina, el río, la Fiesta Nacional del Pacú, una ex reina que se fue a Buenos Aires y se convirtió en una aturdida y contrariada escritora, su vuelta a su pueblo, para vender un terreno que le heredó su padre y la vida que le habla cuando ella no quiere ni lo espera.

María y Paula Marull se convirtieron y afianzaron como referentes del teatro independiente, ellas escriben, actúan, dirigen, producen, son todoterreno, pero esta es la primera vez, que hacen un trabajo integral juntas, es tanto lo que comparten en este espectáculo, que hasta interpretan al mismo personaje.

Sus obras se caracterizan por viajar con sus historias al interior, ahí posar la mirada en algún hecho simple y transformarlo en algo encantador, movilizante, que provoca la identificación de los espectadores, porque más allá que la historia y el lugar puedan parecer muy ajenos, logran darle una vuelta para que el mensaje toque a quien lo escuche.

Con un escenario móvil, donde cada elemento entra y sale mecánicamente, construyendo una casa en buenos aires o el hotel en el que la protagonista para en Corrientes, sin el menor esfuerzo, los elementos fluyen igual que la historia; con detalles que sin estridencias describen un tiempo y un espacio.

El vestuario se complementa en la idea con el diseño escenográfico y sin mediar palabras, es claro dónde habita cada personaje e incluso que hace y en algunos casos, que quiere mostrar.

Amelia (María y Paula Marull) se desborda, el marido que exige, la hija que la reclama, escribió un nuevo libro que quiere publicar pero le está costando mucho y como si eso fuera poco, cuando su padre falleció, heredó un terreno que necesita vender con urgencia y como tiene algunos temas de papeles, se ve obligada a volver a su lugar natal, donde se va a reencontrar con su pasado y el peso del mismo.

Allá la esperan Dora, la dueña el hotel (Mónica Roiola) que es como una tía lejana, su amiga de la adolescencia, Nancy (Débora Zanolli), su marido Antonio (William Prociuk), quien se ocupará del papeleo entre otras cosas y alguien que no conocía, pero va a ser muy importante para ella, Juano (Mariano Saborido), el empleado del hotel, que sueña con independizarse como pescador. Todos ellos, la acompañaran en un camino que no esperaba recorrer, a abrir puertas que creía cerradas para siempre y a encontrar respuestas donde ni siquiera había visto las preguntas.

Un texto solventado por muy buenas interpretaciones, entra las que se destacan Mariano Saborido, poniéndose en la piel de un muchacho inocente, soñador y perseverante, que no tiene miedo de decir lo que piensa y se hace querer. Y por supuesto también es muy destacable el rol de las Marull, tienen la difícil tarea de componer al mismo personaje, ellas dividen las escenas y lo que empieza una, puede ser terminado por la otra, esto más allá de su parecido físico, es un gran desafío porque hay modos, gestos, acciones que son continuas, detalles que deben tener en cuenta para que el espectador crea que realmente es una sola persona y no hay fisuras en esa tarea, si no fuera porque varias veces aparecen ambas en simultáneo, más de uno se iría de la sala sin notar que hubo dos improntas diferentes en Amelia.

La protagonista hace un camino interno y externo, este recorrido está marcado por momentos claves que la llevan a otro lado y pareciera que con cada paso que da, un destello la despierta de un adormecimiento que no había notado.

Un lugar que sin dudas ocupará un lugar central, es el río, el cual está recreado deliciosamente en escena, el bote, el movimiento del agua y un paisaje que va transformándose en la gran pantalla del fondo, en complemento con un juego de luces, que genera recortes perfectos, claroscuros, luces y sombras que parecen pinturas y hace que a la platea llegue un aire fresco, limpio, renovado. Para ella cambiar el paisaje, es cambiar su vida y está sentada en un bote con una caña, todo puede pasar.

Un trabajo de dirección conjunto y sincrónico, que logra encastrar todas las piezas para obtener un resultado sin fisuras. Escribir, dirigir y actuar una obra no es tarea menor, porque si bien se tiene la ventaja de saber bien que se quiere desde el minuto cero, también hay que desafiarse a que esa idea se vea plasmada en escena, además de tener que hacer malabares para estar en todos lados a la vez y siendo dos más complejo aún, porque si bien las tareas se dividen, también hay que acordar y negociar de manera permanente para que ambas partes sientan que se va por buen camino.

“Lo que el río hace” es otro gran acierto de las gemelas, un espectáculo hermoso desde el texto, lo visual, las interpretaciones, la puesta y sobre todo la emoción, porque difícilmente alguien se vaya de esa sala, sin haber tenido piel de gallina.

Ficha:

Elenco:
María Marull, Paula Marull, Willy Prociuk, Mónica Raiola, Mariano Saborido y Débora Zanolli

Dirección: María Marull y Paula Marull

Género: Drama

Categorías: Reseñas

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