Un viaje sin descanso

Llegué para irme es un unipersonal de clown interpretado por el fantástico Gabriel Chamé Buendía. Un clown retorna a su hogar ubicado en alguna parte del mundo sólo por una noche, para poner en orden todas las cosas, vaciar la heladera, revisar los mensajes, intentar descansar y volver a partir a la madrugada siguiente. Una mirada en clave de humor de la sociedad moderna y su vertiginosa manera de vivir, un hombre solo eternamente en tránsito asediado por sus fantasmas en la intimidad de un hogar que se ha vuelto casi ajeno.

Este solo de clown es una muestra de alta calidad de todas las virtudes de un gran payaso. Un enorme trabajo físico al servicio de la historia que se busca contar y cargado de gags a los que la sala responde con cataratas de risas y aplausos. Chamé hace piruetas en una cama elástica, sube de un salto a la mesa, manipula diversos objetos, toca el clarinete, intereactúa con el público, y con todo eso retrata la soledad y el stress de este incesante viajero. Pero Mr. Piola (así se llama el personaje) no es aquí más que un ejemplo del modo en que miles de personas viven constantemente preocupadas por el futuro, sin tiempo para llegar a ninguna parte y tapando los dolores del pasado que los persiguen donde quiera que vayan, tal como le sucede al protagonista al verse, cual Hamlet, acechado en mitad de la noche por el fantasma de su padre muerto. Pero ni los dolores del pasado, ni los del presente parecen hacer mella en el personaje, quien finalmente decide apenas llegado volver a partir incluso dando la espalda al que tal vez hubiera sido el amor de su vida. La carrera incesante por el éxito profesional y las obligaciones laborales funcionan como un gran sedante para las emociones que este hombre no quiere enfrentar.

Llegué para irme es anunciada como una “Tragedia cómica metafísica”, más allá de las definiciones que puedan usarse para este espectáculo, la obra es sin duda uno de esos trabajos en donde el espectador tiene la posibilidad de penetrar en universo profundo de un payaso, tal vez reconocerse, empatizar y reír con él. Y si el payaso del que hablamos es el intenso Mr. Piola de Chamé Buendía, la experiencia es para no perdérsela.

Ficha:

Gabriel Chamé Buendía
DIRECCION Y DRAMATURGIA: Alain Gautre – Gabriel Chame Buendía
ESCENOGRAFÍA Y LUZ: Jorge Pastorino