Hay que casar a la nena.

Un escenario, tres atriles, un piano. Luces tenues, fijas. Un radioteatro ambientado alrededor de 1940. Un pequeño viaje en el tiempo para ser el público de esta audición en la que disfrutaremos como niños del antiguo ritual de escuchar a quien sabe contar.

Las Rositas es una historia así como su nombre sugiere, ingenua y rococó, que sucede en la tan porteña Barracas de principios del siglo pasado, cargado de inmigrantes. Una familia numerosa y un problema tan real: casar bien a las niñas para asegurarles la felicidad del futuro. Especialmente a la menor, que es el pimpollo de la casa, la luz de los ojos de la madre, que tanto esmero ha dedicado para criar a sus hijas… y a sus rosales. Cuando uno siembra rosas rojas, seguro eso mismo cosechará. Pero el amor es menos predecible y la mimada de la prole prefiere al más inesperado de los pretendientes. En esta familia italiana, genovesa para más datos, que trabaja de sol a sol y que tiene muy claro sus principios de decencia y honra se desata un dramón. ¡Que no va  a ser cualquiera a quien reciba!  Habrá que esperar al carnaval para que, con los prejuicios disueltos en la fiesta y los disfraces, florezca la verdadera esencia de cada cual y pueda triunfar el amor.

Un espectáculo enternecedor, si vale el calificativo, que trae esos personajes tan característicos; la familia italiana  con su eterno acento, desbordada de pasiones y anhelos, grandilocuente en todo, y profundamente buena. Tres entregadas narradoras, Marta Guma, Mirta Mato y Mercedes Pedemonte  ponen la voz, el cuerpo y el ambiente sonoro para crear a los muchos personajes que se van alternando, haciendo  reír a un público que se suma por momentos para corear tímidamente las publicidades de las tandas en una creativa puesta de Ana María Bovo. Un espectáculo muy recomendable.

Ficha:

Elenco: Marta Guma, Mirta Mato, Mercedes Pedemonte.

Dramaturgia y Dirección: Paula Broner y Bernardo Sabbioni.

Puesta en Escena: Ana María Bovo.