No creo en Dios. Dios no existe

“Dios los cría y el viento los amontona” dicen. ¿Y si Dios no los cría a todos? ¿Y si el viento es un tornado y en vez de amontonarlos los aleja aún más? ¿Cómo es nacer y crecer en una familia cuyas creencias no tienen nada que ver con uno? Si lo más importante es la familia, ¿por qué cuesta tanto comprender que podemos ser distintos y aún así respetarnos? ¿Qué es el respeto? ¿Aceptar al otro u obedecer a un superior sin cuestionarlo? ¿Es la fé un fanatismo?
Esta es la historia de Nuni, niña judía dentro de un núcleo familiar judío. Durante su infancia y adolescencia, ella cuestionará esta religión al punto de dudar de la existencia de un Dios. Su hermana y su tío, en cambio, tomarán otro camino, que podría separarlos para siempre… o no.
“La papa” es una propuesta de los más original dentro del círculo under porteño. Con una puesta escenográfica concisa, pero llamativa: cuatro sillas, una mesa, dos mesitas de luz, una planta y una delimitación circular en el piso donde sucederá toda la acción. Circular como los pensamientos de Nuni, que dará vueltas y vueltas y vueltas buscando respuestas.
Su dramaturga y protagonista, Natalia Slovediansky, va a llevar a la audiencia por los más diferentes estilos teatrales: Por momentos, parecería ser un musical al mejor estilo “Encantada”; por otros, un show televisivo con panelistas y su característica cortina musical. En cuanto el público se acomode a una convencional obra de teatro con su estructura aristotélica, se verá sorprendido con instantes performáticos y la ruptura de la cuarta pared. Todos estos condimentos hacen que esta hora y media de función genere ese hermoso efecto “se me pasó volando”.
Sin ánimos de spoilear, no está de más decir que es un relato verídico, lo cual genera mucha más empatía y ¿por qué no? alguna que otra catarsis entre los espectadores.
Las actuaciones son impecables, acogidas por un guión que lejos de la burla y lo absurdo, aborda todos los “estereotipos” con un cuidado absoluto. Cabe destacar la labor de Mariana Alvarez por la composición de un personaje tan bien logrado y diferente a sus trabajos anteriores. Y sin dudas, mención especial a Natalia por ser hermosamente disruptiva, incluso con la idea de que el que mucho abarca, poco aprieta: ella demostrará que tiene todo el potencial para llevar adelante una dramaturgia, actuación y producción excepcionales. No por nada, se escucharon ovaciones y aplausos tan extensos al producirse el apagón.

Por último, es de resaltar también el diseño periférico de esta presentación. Nada hubiera sido igual sin un diseño de iluminación, de sonido y de vestuario tan bien ejecutados.
A sala llena y con un piso tan alto, se vislumbra un porvenir muy luminoso para esta tremenda cooperativa.
Sumamente recomendable, como unos deliciosos knishes de papa.

Ficha:
Actores: Natalia Slovendiansky, Florencia Rodríguez Zorrilla, Lucas Spano, Mariana Alvarez y Alejandro Eze Cohen.
Dirección: Nicolás Salischiker
Género: Comedia dramática