Lo que no se dice (o cuando el silencio habla)

Día del padre en el despacho del presidente. A pesar del supuesto hecho festivo, su jornada viene bastante complicada. Acaba de descubrir que uno de sus ministros –con quien tiene una amistad desde que eran compañeros en la escuela secundaria-, se ve envuelto en importantes hechos de corrupción. La amistad que los une se ve confrontada con la moral de su alto rango ejecutivo, y solo encuentra una salida posible que no empañe la honestidad con la que siempre intentó llevar adelante su cargo. Pero esto no es lo único que lo aqueja; también recibe la visita de su amada hija  menor, quien aprovecha el encuentro para presentar a su novio. Su llegada traerá consigo una noticia que le cambiará la vida a este hombre con cargo jerárquico, pero también lo someterá a una serie de planteos que harán tambalear esas certezas de las que en algún momento alardeaba. De pronto su autoridad se verá resquebrajada, su seguridad se volverá vulnerable, su pasado se hará presente, para caer en un torbellino de cuestionamientos, dudas, revelaciones de donde saldrá la luz que –como un faro- ilumine su futuro antes incierto.

“La medalla de oro” es una nueva pieza del consagrado actor, director, dramaturgo y maestro de actores Luis Agustoni. En este drama reflexivo se refleja la intimidad de quienes ejercen los más altos cargos de poder. Con elogiosa claridad se enfrenta el universo privado con el universo público de estos seres que manejan el destino de todo un país, visibilizando sus propias debilidades, echando luz sobre aquellos espacios ocultos tan comunes y tan corrientes como los de cualquier otro ciudadano. Se manifiesta en primer plano cómo afecta a la familia la asunción de semejante autoridad; cómo se articulan las relaciones dentro de ese seno y cómo esto impacta individualmente en cada uno de sus integrantes. Santiago Rapela lleva adelante la dirección de esta pieza que nos hace reflexionar lo cotidiano a partir de situarnos en otro lugar que no nos es familiar: el lugar del poder. Su destacada propuesta resalta con entusiasmo las relaciones y los vínculos entre estos seres. Un elenco encabezado por el propio Agustoni (el presidente), Paula Sáenz (la hija),Segundo Pinto (el futuro yerno), Ricardo Levy (el ministro), y Belén Mazzinghi (la secretaria), da vida de manera cruel, despiadada y veraz a cada uno de estos personajes, tan frágiles y humanos que conmueven. La escenografía y vestuario de Nadia Casaux, junto con las luces de Diego Gómez Leite crean y potencian esta atmósfera cargada de jerarquías que no resultan tales, de tensiones y de cruces, de  encuentros y desencuentros, donde navegan atribulados los personajes de esta historia.

“La medalla de oro” es una interesante obra que nos hace pensar sobre lo que es verdaderamente importante en la vida, sobre aquello que no decimos y que guardamos durante mucho tiempo y que coarta nuestra capacidad de ser felices; sobre el juego de poder en el que caemos presos y que nos domina a nivel social como así también a nivel humano, sometiéndonos a diversas presiones para lograr aquello que responde más a un deseo ajeno que a un deseo propio, para lograr una medalla de oro que nos es ajena.

Ficha:

Intérpretes: Luis Agustoni, Segundo Pinto, Paula Sáenz, Ricardo Levy y Belén Mazzinghi

Dirección: Santiago Rapela