Una obra sutil, un momento infinito
Gabriela infinita o el país de la ausencia, escrita, dirigida y actuada por María Marta Guitart es una obra pequeña, pero de gran profundidad. El tiempo que presenciamos en escena invita a conocer la obra tanto artística como humana de la poeta, diplomática, feminista y pedagoga chilena, Gabriela Mistral, ganadora del Premio Novel de Literatura.
Gabriela aparece cantando en un espacio que nos traslada a un área rural que se seguirá configurando en cada pequeño accionar, con cada palabra. Vestida de campesina, empiezan a escucharse historias y a verse imágenes en cada poema que fluye de esa voz del país vecino. Los recuerdos de su infancia en Montegrande, el río Elqui, las montañas y valles, las historias de niñas soñando ser reinas, la maternidad, la pobreza, las angustias, la muerte, el exilio y su madre se van entretejiendo. Así, se construye un relato que se transparenta como un acto sincero, de una mujer que supo mostrar con un amor infinito su compromiso y contradicciones con el mundo humano y natural en el que le había tocado vivir.
La dramaturgia de Guitart se despliega con una gran destreza en la arquitectura de un texto que hace dialogar poemas, que provienen de los libros Desolación, Ternura, Tala, Lagar, Poemas Póstumos, y prosas seleccionadas, todos de autoría de la poeta chilena. Asimismo, la puesta en escena se vuelve elocuente junto a una actuación conmovedora que permite ver al espectador un rancho en un paisaje natural, un bebé que la acompaña, el sonido de un río incesante y juegos infantiles con sencillos elementos como cajones, un balde con agua, una frazada, pan, una lámpara y un libro.
En esta atmosfera intima la música y la iluminación son destacadas protagonistas. La primera, siempre suave, se hace presente con los poemas cantados y en la musicalidad de la voz de la única actriz que, en los poemas charlados y recitados, señala los nuevos colores y trazos que había adquirido la voz de Mistral en su tránsito por los caminos del mundo. A su vez, ésta también emerge tanto del sonido del agua y de un bombo en escena como de sonidos que se cuelan de otro lugar, pero que se vuelven inherentes a ese momento. Todo esto es acompañado por una iluminación que lejos de ser intrusiva, abraza las situaciones dramáticas tanto con el uso de luz tenue del espacio como de una lámpara.
Sin dudarlo, este espectáculo que, el año pasado recorrió las tierras chilenas, es un regalo para los espectadores tanto por el eco de la obra de la poetisa como por un hacer teatral enorme. Un trabajo y una sensibilidad que supieron ver a la Gabriela Mistral en toda su complejidad, permitiendo a los presentes percibir líneas pregnantes de la vida de esta poeta como si ella misma mirara su andar.

Ficha:

Poemas y prosa: Gabriela Mistral
Dramaturgia, actuación y dirección: María Marta Guitart