Tú me quieres blanca

Poco se conoce sobre la faceta teatral de la poeta y escritora Alfonsina Storni (1892-1938). Sin embargo, su recorrido por el mundo del teatro fue amplio: desde sus comienzos, como actriz, representó el papel de María Magdalena en escenas de “La Pasión” para semana santa, en Rosario –personaje de por sí mismo estigmatizado por su condición de mujer-; esa oportunidad, le abrió la puerta para participar en varios elencos con los cuales realizó giras por las provincias; y, también, escribió y a publicó sus obras como dramaturga: «Teatro infantil», «Dos farsas pirotécnicas» y «El amo del mundo». Ésta última, estrenada en el Teatro Nacional Cervantes, por la Compañía Argentina de Comedias de Fanny Brena, contó con la presencia del Presidente Marcelo Torcuato de Alvear y su esposa Regina Pacini, entre sus espectadores. La crítica, cabe remarcar, la despedazo, aludiendo- entre otras razones- que la obra denigraba la condición del hombre. A tres días del estreno, la escritora decide suspender las funciones y publicarla en la revista “Bambalinas”. Pero, no obstante, lejos de quedar en el olvido, casi cien años después tendrá una segunda oportunidad, en la versión del director y dramaturgo Francisco Lumerman.

La trama consiste en un elenco que llega a la ciudad de Córdoba con el fin de representar «El amo del mundo». En pleno ensayo general, el actor y director de la compañía (Lautaro Delgado Tymruk), trata de hacer una pasada de la obra junto a su mujer (Paula Ransenberg) -quien la protagoniza-, y el resto de los actores, actrices y  asistente. Pero las cosas comenzarán a complicarse cuando los textos de la obra hagan mella en el cuerpo de los actores y se entrelacen con la historia de sus protagonistas. De esta forma, los planos de la realidad y de la ficción se desvanecerán en escena dentro de la meta-teatralidad propuesta. Con acertada precisión y contundencia- conocedor del entramado que lleva oculto cualquier puesta en escena- Lumerman construye los delicados hilos que unen ambas historias: la de la obra representada y la de los actores de la compañía. Desde la dirección, logra marcar un ritmo vertiginoso y dinámico, utilizando todos los recursos del espacio: el desplazamiento tanto de los actores como de la escenografía, las acciones (marcadas con sutil precisión); y el recorrido por la obra de Alfonsina Storni -en algunas ocasiones técnico, donde con premeditación se pasa por alto el texto, y, en otras, representado donde los actores encarnan con total veracidad sus parlamentos-.

Paula Ransenberg y Lautaro Delgado Tymruk, realizan un trabajo maravilloso, sacando a relucir su calidad interpretativa, presencia escénica y un claro dominio de la palabra; juegan con soltura y gran ductilidad el doble plano de la actuación dentro de la actuación. El resto del elenco (Fiamma Carranza Macchi, Rosario Varela, Adriana Ferrer, David Subí y Franco Quercia) llevan a cabo una interpretación destacable y solvente -sin dudas- a la altura de los roles protagónicos. La escenografía, articulada como un enorme rompecabezas que va encajando sus piezas a medida que lo obra trascurre, se hace funcional y complementa la acción dramática.

Ésta es una propuesta que, en su origen, quizás haya sido pensada con el fin de dar a conocer la obra de una emblemática y controversial escritora argentina; pero, por su dirección, elenco y puesta, se ha convertido en un espectáculo impostergable y decididamente recomendable para todo aquel que ame el buen teatro.

Ficha:

Intérpretes: Paula Ransenberg, Lautaro Delgado Tymruk, Fiamma Carranza Macchi, Rosario Varela, Adriana Ferrer, David Subí, Franco Quercia.

Dramaturgia y dirección: Francisco Lumerman