El amor sobre todo

Reyna y Claudio son una pareja complicada. Mientras ella cree que todavía está en su máximo esplendor como actriz, el hace alarde de su capacidad como director, pero es solo un hombre desdichado.

Claudio pasea de un lado a otro bebiendo todo lo que encuentra a su paso, a la vez que ella recuerda y habla sin parar sobre todo lo relativo a su pasado. Pero la época de gloria ya no existe. Solo hay entre ambos, una cuota de amor que no aflora si no dejan de lado sus propios sentimientos y aflicciones.

La historia transcurre en la casa de ellos con un tercero en discordia, sobre el que gira gran parte de la trama, más allá que este o no físicamente en escena, todo gira en torno suyo.

La escenografía es muy atractiva por la cantidad de elementos y usos que se le da. Durante toda la obra los personajes recorren la sala utilizando objetos y sacando provecho de cada rincón de la casa. De esta manera, se construyen nuevos espacios de acción generando una nueva historia a cada momento.

El vestuario también es aprovechado como una herramienta más de la trama. Los actores lo utilizan como un recurso de distracción y orden en cada cuadro y juega un papel importante a la hora de narrar la historia. Los efectos de luz marcan la atención del público centrando la escena o generando el clima adecuado para cada situación.

En líneas generales la trama es muy divertida, de simple lectura de lo que puede pasar en una pareja con estas características. Sobre el final, la obra nos muestra el significado de “Capullito de Alhelí”, cerrando de forma romántica esta relación tan particular y poniendo en foco las innumerables cuestiones del amor.

Ficha:

De Patricia Suárez

Actúan: Carolina Suarez y Pablo Walter

Dirección Leticia Iglesias