María, una brillante marioneta
“Menos es más” es una frase que escuchamos cotidianamente dentro del teatro y que tiene su fundamento en lograr la verdad en la escena sin tanto adorno ni ilustración de lo que se cuenta. Bildungsroman  escrito y dirigida por Cecilia Propato pone en juego esta concepción en un sentido comprometido e interesante artísticamente.
Todo comienza con una mujer de espaldas al público sentada en un inodoro. Ésta se encuentra en un espacio vacío materialmente, pero que a lo largo de la obra se transforma y se recubre de significados.
La mujer es la actriz Marina Cohen, cuya actuación, de una meticulosidad admirable, representa, con un acento áspero, movimientos cuasi sensuales y la narración de determinados hechos, a una Jefa de vigilancia Nazi. La misma, mediante la narración, entrelaza lo que le sucede personalmente con lo que ella hace con las mujeres judías que están en los campos de concentración. Todo se traduce en violencia y se refleja, no sólo con la historia que se va construyendo, sino, además, con la transpiración del cuerpo de la actriz. No vemos hechos, pero los imaginamos. El poder de esta mujer sobre el cuerpo de los otros también lo ejerce sobre el suyo propio porque, en definitiva, nada puede interrumpir sus planes, su propio Bildunsroman.
El espacio que podemos reconocer como la Alemania nazi, se ve intervenido por una iluminación que construye y acompaña la locura de esta mujer, María, que pasa de hablar con su médico a hablar con su amante, para, luego, correr por la escena hasta llegar a otro momento en el que el destinatario de su discurso es el propio führer.
La demencia del personaje va en aumento permitiéndonos reconocer su propio camino por el régimen que la lleva de una idealización o mirada aniñada, hasta la adultez en la que se angustia porque ahora la han abandonado. Su exceso no ha entrado dentro de la norma permitida.
Bildunsroman, desde el teatro parece denunciar el funcionamiento de esta máquina de matar que fue el nazismo e, indudablemente, invitarnos a reflexionar lo que sucede ahora en el plano socio político del mundo y de nuestro propio país. Pensar y accionar en base a éste se vuelve un acto de resistencia frente a un sistema que nos vuelve una tuerca más de ese método de violencia en donde creemos y obedecemos como autómatas.

Ficha:

Dramaturgia y Dirección: Cecilia Propato
Actúa: Marina Cohen
Asistencia de Dirección: Javier AhumadaDiseño de Iluminación: Sergio Cucchiara
Fotografía: Sil Santillán Aleón (SSA fotografía) – ssafotografía@gmail.com –
Diseño Gráfico: «Los imaginistas»
Producción General: Verónica Bassus