Mi deseo, dos puntos

A partir de la promesa de un admirador en escribir la biografía de La Deseo, transformista, ni hombre ni mujer, narra en primera persona, su historia, su propia invención.

Todo lo que nombro desaparece es un unipersonal poético, estético y ético, escrito e interpretado por Hernán Lewkowicz codirigido con Jesi González Ajón. Esta obra mezcla una realidad representada, ficcionalizada, en un presente invadido por los recuerdos del pasado y el imaginario, no solo del personaje sino también, del público, con quien mantiene un momento íntimo.

Lewkowicz como autor – poeta, dramaturgo de la obra, propone una historia que desborda de significación en cada palabra, sonido y acción. En esta misma línea de significantes, se plantea desde la dirección escénica, realizar un trabajo igual de evocativo, profundo y expresivo que acompañe la narración de La Deseo para ello, integra diferentes recursos escénicos en la puesta en escena.

La iluminación es uno de los puntos fuertes del espectáculo. Una caja negra, un par de luces cálidas y otras de colores, azuladas y rosadas, condensan en conjunto un clima onírico, etéreo que le dispone al espectador el juego de construir a través de la imaginación, las imágenes que propone el relato.

La escenografía es simple, una mesa, un velador, una silla y una bata de seda. Desde esta construcción escénica, se refuerza poner al espectador a escenificar los recuerdos, así como también permite evidenciar el título de la obra, todo lo que nombra desaparece, o nunca aparece. Son los elementos esenciales, en esta puesta minimalista, que la ubican en el presente y, por consiguiente, los que desatan la construcción del imaginario de un pasado que atraviesa fuertemente, planteando en paralelo, la cuestión de cómo se presenta una persona en público o ante el público, frente al deseo personal y el deseo de la otredad.

La sonorización, es eficaz y lógica con la dinámica que se propone de principio a fin en la obra. El sonido proviene del cuerpo del protagonista, lo realiza con los mismos recursos que éste le brinda. Así, remarca no solo la intimidad del relato que desborda en significación, sino que también, la intimidad del momento compartido personaje – público enmarcado en los significantes de los recursos utilizados.

Todo lo que nombro desaparece es una obra de gran calidad escénica, que se destaca en conjunto, por los recursos escénicos mencionados, y también, por el meticuloso trabajo vocal, expresivo y corporal que realiza Hernán Lewkowicz.

En este encadenamiento de recuerdos acerca de la historia de La Deseo se esboza una verdad que en los bordes adolece, por eso no aparece. Y es justamente, en esta relación sensual, y poética que mantiene el autor con el texto, que aparece una mezcla coherente e inmersiva de relatar una obra profundamente conmovedora, sensible y emocionante, con tintes no solo dramáticos, sino que también con una cuota correcta de humor.

 

Ficha

Co-dirección: Hernán Lewkowicz, Jesi Gonzalez Ajón

Intérprete: Hernán Lewkowicz

Género: Unipersonal dramatico