Sin salida

Dos hombres se encuentran solos, aislados por las inclemencias climáticas, en una especie de refugio de montaña. Pero en realidad el lugar puede ser cualquier lugar, un lugar indefinido, un “no lugar”. Porque el lugar es una excusa para mostrar a esos personajes que parecen estar encerrados en las circunstancias de sus propias vidas, sin poder encontrar la salida, marcados por su pasado que parece haber dejado fuerte mella en el desdichado presente. En una especie de bucle temporal que se repite una y otra vez. No se sabe cuál es la relación que existe entre los personajes, no se sabe cuáles fueron los acontecimientos que los llevaron hasta ese sitio. Simplemente están ahí juntos, esperando poder salir, soportando el frío, la incomodidad del encierro en condiciones extremas. Así es como comienzan a contar sus historias, a develar datos sobre sus vidas, su pasado, sus vínculos.

El escenario parece poblarse de todas esas personas a las cuales hacen alusión los actores, por medio de la evocación, gracias a la magia de la imaginación. Un resultado que no todos los actores pueden lograrlo, pero que sin dudas consiguen hacerlo con facilidad los protagonistas de esta obra teatral, que parecen tener vasta experiencia sobre las tablas.

La sensación de hastío que produce el estar encerrados, es generada además con la escenografía que muestra un gran muro de una habitación en la que hay una ventana que está tapada con tablones de madera, lo cual no permite ver mucho más allá de ese lugar a los personajes. La iluminación también hace gran parte de trabajo en conseguir este clima opresivo, así como también los efectos sonoros que sirven de apoyatura rítmica de los relatos de los actores.

La obra escrita por Miguel Ángel Diani al mejor estilo de teatro del absurdo, con un dejo de Esperando a Godot de Samuel Beckett (un clásico de ese estilo) indaga en temáticas muy profundas como la locura, la muerte y los vínculos. Dichas temáticas, abordadas de una manera tragicómica, hacen que el significado del relato resuene de una manera más potente en estos tiempos de incertidumbre.

Ficha 

Intérpretes Omar Lopardo, Alfredo Noberasco

Dirección Marcelo Mangone

Género Drama/Comedia/Teatro del absurdo