La emotividad y los recuerdos

Revelada la escena, el azul inunda el espacio escénico y el sillón blanco acomodado en el centro del escenario, azul como una tarde de verano en el campo, azul como el frío abrigo del fracaso después de alcanzar el éxito. Este color da inicio a la dramaturgia de la luz y a la memoria que deshilvana los recuerdos en toda la obra.

Daniel Aráoz presenta a su alter ego que a modo de entrevista, se desdobla para responder los acontecimientos que atraviesan su niñez en Córdoba, sus inicios en el mundo del espectáculo, el éxito y el fracaso, donde la familia es lo único que sostiene en los momentos de derrumbe personal.

Empleando un lenguaje corporal que aboga por la honestidad y lo grotesco, el humor sale triunfante mezclando con cierto hálito de nostalgia donde compone escenas como cuadros donde la galería de arte puede ser la vida de uno mismo.

Cabe destacar que la impronta de Daniel Aráoz, el manejo del espacio escénico, las pausas y los recursos físicos en el relato, sin dejar de lado el punto fundamental ligado al manejo del tiempo, a la hora de contar historias, mantiene al público completamente compenetrado a lo largo de toda la obra. Mérito que pocos profesionales en el arte del teatro pueden lograr en la actualidad en un mundo más habituado a la velocidad de las pantallas y la tecnología.

En este aspecto, el protagonista de la obra desarrollará sus personajes más reconocidos y representativos que retrotraen al espectador a sus inicios en “La noticia rebelde” pasando por su exitosa colaboración con Antonio Gasalla con el recordado personaje de alcohólico. Además, repasa sus comienzos de aprendizaje con Norman Briski y la participación en el mítico espacio y proyecto cultural como el “Parakultural”, espacio que integraba junto a Tortonese, Gambas al ajillo y el inolvidable, Batato Barea.

En cada uno de estos relatos que componen, hay una división clara, donde el actor bebe y se toma una pausa antes de responder, pero antes, baila porque la vida también es celebración incluso en los intervalos.

Vestido de negro, no deja de iluminar las zonas oscuras de su propia historia y a su vez, propone una entrega física donde la luminosidad estarán en los cuadros familiares como un recuerdo que siempre regresa para  reencontrarse con sus orígenes.

Por otra parte, un aspecto más que destacable es el desarrollo de un personaje que no escapa de la distancia crítica de su composición, mostrándose despojado, de frente al público para contar su verdadera historia.

En conclusión, la obra “Máster Aráoz” es una excelente propuesta teatral donde triunfa el humor y la emotividad de un personaje único en la escena porteña.

 

Ficha:

 

Libro: Pedro Aráoz y Daniel Aráoz

Actores: Daniel Aráoz, con la participación de Julio Gonzáles y Julio Duhay (Raviolito)

Diseño escenográfico: Daniel Ruiz Bauza

Redes: Lola Aráoz

Diseño y técnica de iluminación: Pablo Gómez y Daniel Aráoz

Producción general: Pedro Aráoz

Música original: Franco Fontanarrosa

Creación en Play Back: Estrategias – Canciones Desafinadas – La Aráoz Band

Curadora artística y cuadros de pantalla: Renata Morini

Dirección general: Pedro Aráoz y Daniel Aráoz

 

Género: Comedia