Una historia de reinas y crímenes
«Nair« llega con el peso de ser una historia real que, además, fue un caso policial mediático. El rostro de la protagonista ya había tenido alta exposición en las pantallas antes del estreno a causa de la expectativa que generó. En este contexto, Valentina Zenere, la actriz que encarna el personaje principal se lleva todos los elogios en un rol más que respetable.
Con actuaciones correctas y una ambientación acorde, «Nair« es la mirada de la mismísima Nair Galarza. Dicho en otras palabras, el guión narra su versión del crimen. Vale recordar que, por esta causa, ella es la mujer más joven en ser condenada a cadena perpetua en Argentina. Sin embargo, el clima policial prometido en el comienzo va perdiendo peso con el correr de los minutos para convertirse en un auto relato biográfico.
Más allá de las polémicas y de los espacios vacíos que deja la historia, el director Julián Guarino logra algunos hitos destacados. La historia de Nair transcurre en una ciudad pequeña de la provincia de Entre Ríos en donde «se conocen todos«. Cómo en tantas localidades con iguales características, ser la reina del lugar tiene una relevancia superior.
Aún en tiempos de cambios de estereotipos de belleza, las elegidas para el reinado tienen un lugar preferencial. Nair, por supuesto, no es la excepción. Hija de madre que supo ser reina, vive esa presión hasta la noche que su vida da un giro inesperado por las causas de público conocimiento.
Si bien los alcances de la cultura de la belleza y la tradición del carnaval están muy bien contados, aún falta algo más. A pesar del esfuerzo, este contexto más que un plus para la trama es una radiografía de un tiempo y un espacio territorial.
El trabajo de los actores secundarios acompaña. Mónica Antonópulos y César Bordón como madre y padre de Nair, van bien con la estética de la propuesta. Incluso, el vínculo tenso parental está adecuadamente representado. Por su parte, Nacho Gadano es Jorge Zorzini, homónimo en la vida real, una suerte de representante a quien la familia convoca para mediar con la prensa. Un personaje bien compuesto que genera una expectativa pero que, al final, también queda sin resolver. Cierra el círculo protagónico Simón Hempe, quien encarna a Federico, pareja de Nair, aunque en la película lleva otro nombre.
Lo que deja “Nair” es una súper protagonista que sin dudas continuará luciéndose en roles primarios y mucha controversia. ¿Un final con una posible continuidad según se descubran más datos en la causa? Es más que factible.
Ficha:
Dirección
Hernán Guerschuny
Productores
Lucas Jinkis, Lionel Diacovetzky, Ariel Ferrero
Reparto
Valentina Zenera, Mónica Antonopolus, César Bordón
Estudio
Amazon Studios Libero Contenidos S.A Zeppelin Studio
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