Lorca, el teatro bajo la arena

Ficha
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Datos de funciones:
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Prensa:
Cecilia Gamboa
Un rito de pasión, humor y memoria
Uno de los grandes escritores del siglo pasado es Federico García Lorca, quien escribió poesía y también clásicos teatrales como La casa de Bernarda Alba o Yerma. Esta obra nace de una propuesta realizada por el ciclo “Invocaciones”, curado por Mercedes Halfon y Carolina Martín Ferro, que invitaba a directores y directoras a invocar a autores del siglo XX.
Con dramaturgia de Mariano Llinás y Laura Paredes, quien también es la directora de esta pieza, Lorca, un teatro bajo la arena toma aspectos fundamentales de la obra de Lorca y los desarrolla situados en un contexto con tintes absurdos pero también bañados de realidad.
La situación se desarrolla en una antigua plaza de toros en Almería. Como las toreadas se prohibieron, ese espacio se usa ahora para conferencias. Los mozos que antes ayudaban en el espectáculo tienen ahora la función de recitar de memoria los versos de Lorca. Dos investigadoras, expertas en la vida y obra del escritor español, van a dar allí una conferencia. Se debatirán diferentes aspectos de su obra, pero también se pone en juego su relación. Hay algo de competencia, de poder, de conocimiento que se disputa. A eso se suma el vínculo con los otros mozos y con el asistente de una de las conferencistas.
La obra tiene muchos niveles de lectura y juega con una intertextualidad constante con la obra de Lorca, pero también se puede disfrutar sin ser un experto en su literatura. Porque presenta conflictos profundos, donde aparecen la pasión y el amor como eje.
Se destaca una escenografía que traslada de inmediato al espectador a una auténtica plaza de toros. Con una forma semicircular, donde hay un afuera y un adentro de la arena, algo que también se trabaja muy bien desde la puesta en escena. El vestuario, con toques de humor como el uso de unas escarapelas gigantes y una paleta de colores entre celestes y rojos, está perfectamente pensado para dar la sensación de un hecho solemne pero teñido de comicidad. Algo que recorre toda la obra.
Las actuaciones del elenco son realmente potentes. Agustín Gagliardi y Nicolás Levín, en la piel de esos mozos andaluces, muestran gran ritmo y ductilidad corporal. Manuel Attwell, como Jaime, el asistente de Elena (una de las conferencistas), interpreta a su personaje plagado de sutilezas, mostrando su mundo interno y sus contradicciones de una manera brillante. Mientras que María Inés Sancerni y Claudia Cantero tienen un manejo escénico formidable, con cambios de ritmo y momentos que son una delicia teatral.
Lorca, un teatro bajo la arena es una obra contundente, que desde su dramaturgia hasta el más mínimo detalle brilla por su creatividad y su forma de abordar con una nueva perspectiva el universo lorquiano.
Ficha:
Dirección: Laura Paredes
Dramaturgia: Laura Paredes, Mariano Llinás
Elenco: Claudia Cantero, María Inés Sancerni, Agustín Gagliardi, Nicolás Levin y Manuel Attwell
Colaboración artística y coreografía: Constanza Feldman
Escenografía: Rodrigo González Garillo
Vestuario: Julieta Harca
Iluminación: Matías Sendón
Composición Musical: Gabriel Chwojnik
Asistencia de dirección: Olivia Daiez
Producción: Olivia Daiez, Agustín Gagliardi
Fotografía: Estudio Levin
Asesoramiento teórico: Maximiliano De La Puente
Realización de máscara: Axel Caponi
Prensa: Cecilia Gamboa
Poema final F. García Lorca: Manuel Attwell y Mariano Manzanella
Guitarras y estudio de grabación: Mariano Manzanella ı Estudio 321
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