Janequeo

Janequeo

Sexuales y respetables

Desde Europa, Tomasino (Emanuel D´Aloisio) ha llegado para explorar nuevas tierras y dar tributo a la Corona española. Su embarcación ha atracado en el sur de América. Lo acompañan dos esclavos (Gogo Maldino y Eugenio Tourn) y su asistente Federico (Facundo Livio Mejias). Deseando tomar las tierras y a su gente, Tomasino busca enamorar a la líder de esta comunidad. Pero Janequeo (Candela Font) es una mujer guerrera, decidida y llena de sabiduría por lo que enfrentará toda empresa que quiera atentar contra esta tierra y los suyos.

La obra destaca por momentos lúdicos, dinámicos e impredecibles. Con tonos burlescos y satíricos en el movimiento y en el lenguaje la puesta se asemeja a una farsa. En escena, el grupo de actores interpreta al pueblo originario o también llamados aborígenes. La propuesta teatral logra trasladar el imaginario común de “lo salvaje”. En reiteradas oportunidades se muestra a estas personas, habitantes del territorio americano, como caníbales o meramente violentos. Sin embargo, la obra propone destacar el aspecto sexual de los seres humanos, exacerbándolo. En este sentido, si bien logra ser una característica del pueblo representado, tempranamente es un aspecto que también se observará en entre los españoles.

Respecto al vestuario, quienes representan a los originarios, visten ropas pegadas al cuerpo de tonos beiges, color similar al de la piel de esos cuerpos. Utilizan prótesis de tela sobre la vestimenta. Estas prótesis son pechos, vulvas y penes de tela. El espectador puede observar una representación del cuerpo desnudo y la variación de los genitales ya que a medida que transcurre la pieza se cambian las prótesis. Janequeo se diferencia de los demás por las rastas en la cabeza. Por otro lado, Tomasiono viste con pantalón, camisa blanca con puntillas y una chaqueta tipo frac roja.

En la obra se observa cómo los españoles vinieron a colonizar y a evangelizar América del Sur. Dentro de las temáticas abordadas están: la toma de tierras, la esclavización a sus trabajadores y el abuso de personas que se encontraban en lo que hoy son Argentina y Chile. El personaje de Janequeo posiblemente está inspirado en una mujer mapuche que lleva el mismo nombre, reconocida por su heróica labor en la guerra de Arauco (1536 – 1656) enmarcada  en la conquista del sur de Chile.

En otra capa de la obra se observa cómo un grupo de actores realizan prácticas típicas de un ensayo en el que se corta la escena para preguntar, opinar, organizar o decir un chiste. Este factor permite que durante la función cualquier cosa, en cualquier momento, fuera de todo orden o predicción pueda ocurrir. En ese sentido la obra en sí misma no pierde consistencia, se puede observar cómo el humor propuesto tiene una buena recepción en el público y le da dinamismo a las otras capas.

El espectador, por medio de la diversión y riesgo que propone “Janequeo”, puede observar el horror desde un lado cómico. Una oportunidad para reflexionar sobre el concepto de otredad y cómo este se cruza con: las decisiones morales, la amistad, el amor y desamor, la esclavitud y  la colonización. Y, finalmente, preguntarse si la reducción de “seres sexuales” u otra denominación para esos “otros” los hace menos respetables o no.

 

Ficha:

Actúan: Facundo Livio Mejias, Candela Font, Emanuel D´aloisio, Gogo Maldino y Eugenio Tourn

Diseño de arte: Julieta Sanchez Aragone

Realización de vestuario: Camila Segovia, Natalia Alayon y Ana Freccero

Ilustración: Ben Cattan

Iluminación: Juan Isola

Prensa: Antonela Santecchia

Asistencia en dirección: Alex Gonzales

Dramaturgia y dirección: Juan Isola

Género: Comedia Dramática

Categorías: Reseñas

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