Hay algo oculto en el amor

 

La tarea de limpiar la casa de su tía Naia, la mejor amiga de su madre en realidad, recientemente fallecida, trae al presente objetos y fotos. Estos traen consigo recuerdos y una pregunta que la hija le hace a su madre, una pregunta que ha madurado durante 50 años.

La respuesta a esa pregunta es la historia que cuenta esta obra.

 

El rayo es un biodrama, una performance, es danza y teatro de texto y poesía. Y es también un inespecífico momento de intimidad.

La condensación funciona como eje directriz, el trabajo de síntesis desmantelo cualquier posible ornamento Los contados elementos en escena se reutilizan, se poetizan, se resignifican.

 

Una tela, que es una capa, o una inmensa cama, una crisálida o la piel del mundo, y el poderoso cuerpo de la intérprete, que es la hija, pero también es madre, hermana, niña, adolescente, adulta, sostienen esta reconstrucción donde el resto de los elementos utilizados se desvanecen en el aire, el magnetismo de su presencia, la luz, las proyecciones, la música, los sonidos y las imágenes que construyen, el audio y las palabras.

Las luces cumplen, claro, su función esencial de iluminar, creando espacios y moviendo el horizonte de la sala, pero también forman figuras independientes de su función los propios elementos lumínicos forman parte de las distintas composiciones plásticas.

 

La obra hace uso de referencias temporales muy concretas, dependerá de la de la edad y experiencia del espectador, los significados que estos le construyan.

 

Un trabajo que es también la revisión histórica de una época y de su sociedad, sus costumbres y mandamientos.

Una obra que exorcista, que presenta un cierre, una respuesta para entonces plantear una interminable sucesión de preguntas.

Una obra que sostiene el entretenimiento y que también hace reír.

Una historia de amor, contada por un ser encantado.

 

Ficha:

Interprete: María Ucedo

Dirección: Valeria Correa. María Ucedo

Género: Biodrama