Los vínculos: una confección de dos 

Nina (Cecilia Martinese) es una niña que para protegerse ha decidido confeccionar su propio refugio. Día a día trabaja por mantener firme y estable ese espacio. Nina cose, cose y cose. A medida que refuerza esta guarida comparte, con el público, su mundo interior. Gracias

a aquellas formas de sentir, pensar y decidir, ella ha logrado permanecer todo este tiempo dentro de un cubo. Sin embargo, fuera de él, hay un mundo. Otros seres (Laura Cardoso y Guadalupe Lombardozzi) se conocen, se relacionan y se vinculan. La curiosidad de Nina la impulsa constantemente a salir, encontrarse con ese mundo del que poco sabe y tanto desea conocer, pero sus miedos le impiden hacerlo.

La propuesta invita a pensar sobre las relaciones humanas y su construcción: familias, amistades, colegas, compañeros, etc.  ¿Cómo son estos vínculos?, ¿cómo se forman? y ¿qué los sostienen? Una maraña de emociones rodea cada uno de esos lazos y la historia de Nina. En ella también es posible observar el rol y la importancia que tienen la ternura y la valentía respecto a la confección de dichos vínculos. El refugio que ha construido Nina le protege pero también la aísla. El mismo espacio que le permite observar, le ciega otras miradas. En este sentido, la tensión personal que habita la protagonista le exige una segunda reflexión al espectador: ¿cuál es mi disposición o actitud frente a un vínculo con otro?, ¿puedo sostenerlo? y ¿cómo lo sostengo?

La obra, por una parte, plantea momentos de crisis en los que Nina deberá decidir si apostar o no por un cambio y, por otra, quiebra esos momentos con un humor blanco que jugará el contrapunto en esta historia. Parece preciso destacar también la técnica y experticia de las integrantes. Las actrices manipulan una marioneta y diferentes objetos. La precisión del movimiento, la coordinación y comunicación entre ellas, logra generar aquella “magia” que despiertan títeres y objetos en escena.  Logrando así, crear hermosas imágenes y que cada uno de esos elementos manifieste su presencia. Por su parte, la forma en la que Nina se relaciona y se mueve por el cubo parece el resultado de un trabajo extenso y prolijo de teatro físico por parte de la actriz.

La puesta en escena está llena de simbolismos. Se presenta un lenguaje concreto y literal junto con uno abstracto y subjetivo. Tanto el vestuario y sus colores como los objetos que ingresan a la escena esconden un subtexto. La iluminación también cumple una doble función: determina el espacio escénico y evidencia el contraste entre luz y oscuridad. A su vez, la musicalización cumple un rol fundamental en la obra ya que los diferentes sonidos resultan ser agentes dinámicos que nutren la escena de sensibilidad. Por último, el ingenioso uso de los recursos y la versatilidad de los mismos logra sorprender a grandes y pequeños espectadores.

 

Ficha

Actrices – Titiriteras: Cecilia Martinese, Laura Cardoso, Guadalupe Lombardozzi

Dirección: Guadalupe Lombardozzi