El otro lado de la guerra

Cesar es un ex combatiente de la guerra de Malvinas. Como tantos otros jóvenes fue convocado de manera repentina y con muy poca experiencia a defender el territorio, allá por el año 1982. Un joven con muchos sueños – quizás ya anidaba en él, el deseo de ser escritor-, con un futuro por delante y una novia con la que imaginaba formar una familia y pasar el resto de sus días. Pero la guerra lo cambio todo; las cosas que vivió allá, en las islas, dejaron una enorme marca no solo en una de sus piernas provocándole una renguera incurable, sino también en su memoria lo cual hizo que nunca volviera a ser el mismo.

Sin embargo, la vida pareciese darle una revancha haciendo que se encontrara con un viejo amor, el mismo que dejo al irse a la guerra y que después de su regreso no volviera a ver. La cita fue concertada en una terminal de micros, por la noche, pasados más de veinte años. Pero alguien más llegará a ese punto de encuentro, con una verdad que a lo largo de la historia debelará una trama insospechada.

Pablo Iglesias, autor y director de la obra, logra darle una vuelta más al tema de Malvinas tratando de enfocar la historia desde un punto de vista mucho más humano. Se adentra en el mundo de un joven al que no le quedó otra que entrar una guerra absurda- como toda guerra- y en el de los que del otro lado despidieron a un ser querido, que en muchos casos no pudo volver con vida, y en otros, aún volviendo, dejo de ser lo que era. En un espacio, claramente definido por la puesta y la dramaturgia (una terminal de micros), la espera y lo que se espera del otro cumplen un rol fundamental para la historia. En ésta, ambos personajes interactúan logrando construir con naturalidad un vínculo a través del cual logran hacerse confesiones muy personales, así como también sacar hacia afuera verdades que llevaban ocultas por muchísimos años. La trama da indicios, pero sin develar hasta casi al final la razón por la cual los dos personajes se hallan en el mismo sitio aquella noche.

Las actuaciones de Gisele Amantegui y Héctor Segura -los protagonistas de la obra-, están minuciosamente trabajadas y por demás logradas dando solvencia a la interpretación. Ambas presencias en escena, se complementan y muestran una interacción orgánica y fluida. El vestuario como la escenografía ambientan con precisión el espacio y el contexto donde transcurre la obra.

“Desde la luna” propone sumar una nueva mirada sobre el conflicto bélico que vivenció parte de una generación; y a la vez, permite abrir una reflexión sobre los costos – a nivel humano- que cualquier guerra puede generar en cualquier parte del mundo.

 

Ficha:

Intérpretes: Gisele Amantegui y Héctor Segura

Dirección: Pablo Iglesias

Género: Drama