Cuidado con los perros

Cuidado con los perros

Ficha

  • Datos de funciones:

    Información sobre las funciones, en cartelera

  • Prensa:

    Varas Otero

 

Reencuentro para decir adiós

Un lugar que aparenta ser un galpón en penumbras. Se escuchan risas y divertidos gritos de hombres, ahogados en alcohol. Se delinean dos figuras, son Damián (Esteban Pérez) y Charly (Mariano Bertolini). El espacio está lleno de cajas, en el medio, una con botellas de vino. Ellos comienzan a hablar y encienden las luces, ahora se aprecia más el espacio.

Su ropa no habla de un tiempo específico, Damián parece pertenecer al siglo pasado (ya se entenderá porque), Charly es más moderno, pero da la sensación de no ser un citadino. Son hermanos y están en el campo, en la casa de la familia, emborrachándose en ese espacio que Tato (Juan Gil Navarro), el empleado, eligió para dejar todo embalado; el padre de los muchachos falleció y ellos volvieron ahí, solo para vender todo y seguir con sus vidas.

Los recuerdos empiezan a salir, la infancia, los padres que ya no están, su distanciamiento… la vida misma fluye en su charla y de pronto llega Tato, quién con su tartamudez a cuestas, se crio con ellos y cuándo los jóvenes se fueron de la casa, se quedó cuidando del lugar y de sus patrones. Con los perros ladrando de fondo y el recuerdo de Tito, el más bravo de todos, ellos siguieron “jugando”.

Entre las pilas de embalajes, aparece una cajita de música perteneciente a la madre, el recuerdo de la pequeña bailarina al son de alguna música clásica, casi los obliga a abrirla y a partir de ese momento, las cosas van a cambiar, tomando un rumbo que ninguno de los tres imaginaba.

La dramaturgia y la dirección son de Leo Azamor, quien logró imprimir en el espectáculo, una escalada de emociones, acompañada por un uso de todo el espacio escénico, haciendo que los intérpretes se adueñen del sitio y cuenten la historia desde el lugar más puro. Utiliza el espacio off escénico que como un recurso que suma mucho a lo que pasa en el escenario.

Si algo tiene para destacar por encima de todo este espectáculo, son las interpretaciones. Realmente se sacan chispas, los tres se amalgaman, se entienden, cada uno se funde con su personaje y juega el juego con los otros, de las mejores actuaciones que ofrece la cartelera actualmente.

Por ese mismo camino es imposible no hacer una mención especial a la composición de Juan Gil Navarro, quien construye a ese muchacho con dificultades en el habla, un poco tímido y sin mucho desenvolvimiento social, de pies a cabeza, desde el habla, hasta el mínimo movimiento y la expresión. Sin dudas un rol desafiante que no tiene términos medios, puede salir muy mal o muy bien y en este caso, no sorprendería que coseche algunos premios.

“Cuidado con los perros” fue ganadora de “Mención Especial Concurso Nuestro Teatro 2020” (Teatro Nacional Cervantes). Es una historia pequeña, muy bien contada, que va de menor a mayor y cuenta con algunas vueltas de tuerca que generan cada vez más interés y sorprenden. Sin dudas, para no perdérsela.

Ficha

Con: MARIANO BERTOLINI – JUAN GIL NAVARRO – ESTEBAN PÉREZ

Dirección LEO AZAMOR

Categorías: Reseñas

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