Alienados por el consumo

Un joven matrimonio integrado por Mabel y Raúl es tentado por un hábil vendedor de muebles para que adquiera sus productos en cómodas cuotas. Si bien en un principio estás nuevas adquisiciones parecen innecesarias para la pareja, la persuasión febril y certera del joven comerciante los convertirá en rehenes de un maquiavélico plan que los despojará de toda cordura. Así es como la incorporación de una silla y un sillón a la vida hogareña los someterá a un juego perverso lleno de tentaciones, deseos en pugna, luchas de poder, engaños y ocultamientos. La relación de ambos se verá resquebrajada ante la irrupción de dichos mobiliarios, produciendo un distanciamiento que los llevará al borde del abismo. Pero un último recurso les permitirá reconstruir ese lazo que alguna vez los unió… aunque quizás la salvación no sea más que una mascarada  para este juego siniestro.

“Cositas mías” fue escrita por Jorge García Alonso para integrar el ciclo Teatro abierto 1981. Con un humor de origen grotesco se manifiesta la alienación del hombre en la sociedad de consumo. El grupo “Concupiscencia teatral” retoma esta pieza 36 años después de su estreno para visibilizar la beligerancia existencial entre el hombre y los objetos que lo rodean, en un mundo donde el poder, el progreso y el éxito parecieran estar directamente conectado con la capacidad de compra y con la cantidad de objetos materiales y tecnológicos que se poseen. El deseo puesto en el “tener”, aunque no importe “qué”. El director Martín Savo realiza una muy atrapante y jugada puesta de esta obra, donde se resalta el deseo consumista casi como pulsión de vida, la manipulación de subjetividades y el poder dictatorial del mundo capitalista. Estupendo desempeño actoral de Constanza Canónico (Mabel), Gonzalo Rivarola (Raúl) y Alejandro Gallego (vendedor), que despliegan un magnífico trabajo físico y construyen una atractiva propuesta lúdica con los objetos generadores del conflicto. La estética pop de colores brillantes y vivos elegidos para el vestuario y el maquillaje (a cargo del propio Savo y de Paola Cerolini respectivamente), resaltan el espíritu de la pieza y lo contextualizan con un referente cultural de época que se asemeja mucho a la actual. Y la música de Nahuel Morfeo tiene la virtud de acompañar la acción y de crear -con la precisión de un ingeniero- los distintos climas que atraviesa la obra. La escenografía está resuelta con un bastidor multifuncional que permite resolver diferentes posibilidades en el juego dramático. Pero los divos de la puesta son los muebles: la silla, el sillón individual y los taburetes que por momentos se convierten en los protagonistas inanimados de esta obra, generando situaciones de las más absurdas.

“Cositas mías” es una muy interesante propuesta para ver y para reflexionar sobre el sometimiento del hombre en este mundo atestado de mercancías, donde los valores morales son trastocados por la necesidad desaforada de consumo, donde la vida útil de objetos y personas cada vez se acorta más, donde lo nuevo se transforma en obsoleto bajo la mirada inquisidora del capital. Es una llamada de atención para darnos cuenta –una vez más- lo difícil que es evitar caer en las trampas del mercado que nos rodean y por momentos nos asfixian. Lo difícil que es mantenerse ajeno y libre a ese acoso permanente. Es darnos cuenta que nuestras vidas no están tan lejanas a las de Mabel y Raúl, aunque quizás estamos tan adormecidos que no podemos verlo.

Ficha:

Direccion: Martín Savo

Con: Constanza Canónico, Alejandro Gallego y Gonzalo Rivarola