Shakespeare y la irreverencia de sus personajes

Otelo, el moro de Venecia, emana de la pluma de William Shakespeare a principios del siglo XVII. Es una tragedia, lisa y llana, pero en esta versión, muy libre, de Martín Flores Cárdenas, la tragedia se funde con la comedia, obteniendo una amplia gama de matices sin perder solidez. Al mismo tiempo deja de seguir a la omnipotente figura de Otelo para hacer foco en Desdémona, su seductora y bella mujer.

Otelo (Guillermo Arengo) un respetado militar al servicio de Venecia se casa, totalmente enamorado, con Desdémona (Vanesa González). Yago (Ezequiel Díaz), su alférez, dominado por el por el odio y por la envidia, busca el modo de deshacerse de Otelo porque le ha concedido el puesto de lugarteniente a Casio (Martín Slipak) sin tenerlo en cuenta a él. Asi comienza esta oscura trama de odios, engaños, ambición, poder y celos que desatan la tragedia.

La historia es conocida y en líneas generales se respeta a rajatabla, la diferencia radica en el modo de contarlo. Esta propuesta de Flores Cárdenas tiene frescura, ritmo y una chispa especial que le da renovado brío al antiguo texto.

Yago (Ezequiel Díaz) es un relator natural, va hilando los hechos, tejiendo la peligrosa trama, con ironía, doble sentido y contínuos guiños con el espectador. El lenguaje cotidiano  y moderno se mezcla contínuamente con las palabras elegidas por el autor, desalmidonando una dramaturgia añeja pero no por eso le quita fuerza, por el contrario ayuda a potenciar el mensaje y a poner el seguidor donde el director lo quiere.

Con todos los personajes contínuamente en escena, la técnica y la orquesta en vivo funcionan como ensamble para esta puesta original.

Esta obra tiene cimientos muy fuertes, a saber: un texto clásico con un remozado original, elenco de primera, actuaciones contundentes, una estética muy cuidada, escenografía afin al relato, excelente iluminación y vestuario y como si todo esto fuera poco, la frutilla del postre es la música en vivo.

En épocas donde el grito colectivo de «NI UNA MENOS» hace eco en una sociedad que comienza a tomar conciencia, hacer una lectura del clásico de Shakespeare desde el sentir de una mujer que paga con su vida los entuertos de un hombre acosado por los celos, es un acierto.

Se puede contar una tragedia con momentos de humor estridente? Si, se puede!

Esta versión de Otelo demuestra de forma rotunda que se puede mostrar una historia archiconocida de un modo atractivo y original que la redefine y la potencia.

Sumamente recomendada y para ver más de una vez. ¡Excelente!

Ficha:

Actúan: Guillermo Arengo (Otelo), Vanesa González (Desdémona), Ezequiel Díaz (Yago), Roberto Castro (Brabancio), Martín Slipak (Casio), Laura López Moyano (Emilia), Javier Pedersoli (Rodrigo), Pablo Palavecino (Montano) y Florencia Bergallo (Blanca)

Músicos en escena: Christian Basso en bajo y guitarra, Zurima Frers en batería, maracas y voz, Julián Rodríguez Rona en guitarras y flauta y Fernando Tur en teclados.

Dirección: Martín Flores Cárdenas