Chéjov, Savignone y la vigencia de un clásico.

Como todos los grandes clásicos el texto de Chéjov Tres hermanas es capaz de seguir diciendo cosas nuevas. Pero por supuesto para lograr esta magia, hacen falta grandes lectores y más aún grandes hacedores de teatro para llevarla a la escena. Marcelo Savignone está completamente a la altura del texto con el que se mete y realiza una nueva lectura del clásico Chejoviano atravesándolo desde una mirada histórica de nuestro pasado cercano. La década del 70 en Argentina es el momento elegido para reponer el texto. El director elige quedarse sólo con el grupo principal de personajes que son estas tres hermanas y duplica el combo poniendo en escena a las jovencitas que fueron y a las mujeres maduras que son. Consigue así una potente presencia femenina que resuena más fuerte aún en estos tiempos. Las seis actrices que encarnan a las hermanas desempeñan sus roles llevando el trabajo a un nivel de sutileza del cual es imposible escapar y no emocionarse. En ello reside cómodamente el espíritu de la dramaturgia de Chéjov, sencillos momentos de la cotidianidad o recuerdos, un universo que por ser tan privado es tan íntimo y por eso mismo se torna tan universal.

El trabajo espacial amplia la propuesta. El dispositivo escénico que evoca la habitación de las hermanas es accionado por las propias actrices haciéndolo girar y modificando el punto de vista. En el constante movimiento se juega lo cíclico de tiempo y esa manía de repasar los recuerdos, haciendo cada vez, una pregunta nueva. Aunque todos los cuestionamientos resuenan fuerte en la pregunta que se hace Masha “¿Si pudiéramos volver a vivir la vida con plena conciencia, cómo lo haríamos?”.

El único personaje masculino que se conserva del texto original es Andrei, el hermano varón, el cual es interpretado por el mismo Savignone. Su presencia es reveladora. Con su relato obliga no sólo a sus hermanas, sino también a todo el público a reflejarse en el espejo de su pasado y enfrentar responsablemente las sombras de los sueños no cumplidos.

Un trabajo de dirección e interpretación sutil y profundamente sensible, hacen de esta versión del texto Chejoviano una contundente muestra del teatro más vivo y verdadero.

Ficha:

Actúan: Merceditas Elordi (Irina), Belén Santos (Irina), Mercedes Carbonella (María), Sofía Gonzalez Gil (María), Andrea Guerrieri (Olga), Marta Rial (Olga), Marcelo Savignone (Andrés). Concepción y Dirección: Marcelo Savignone.