Voces que no callan

“Milena e Irene, periodistas” es una obra tierna y profunda que invita al público a reflexionar sobre el oficio periodístico en momentos en los que las palabras, al parecer, no son suficientes.

Se trata de la historia de las periodistas Irene Polo y Milena Jesenská. Las dos mujeres que en vida nunca se conocieron, se encuentran aquí en un espacio ficticio de lo que hubiera podido ser. Se miran, dialogan, hacen preguntas. Son dos desconocidas que, sin embargo, tienen algo en común: tienen mucho para decir.

Sus voces se entremezclan y se confunden y el relato en definitiva, es el mismo: el horror, la guerra, la miseria humana, el ser mujer en contextos en los que la violencia y la crueldad toman por completo la realidad humana y la muerte parece arrasar con todo.

La obra destaca el rol fundamental que ambas cumplieron en sus épocas, siendo pioneras en un oficio que en esos años era totalmente expulsivo para las mujeres. Milena murió en 1932 víctima del régimen nazi, e Irene se suicidó en Buenos Aires en 1942. Pero para ellas, la Segunda Guerra Mundial, el fascismo, los campos de concentración, fueron horrores ante los que era necesario levantar la voz, motivo por el cual tuvieron la valentía de enfrentar las consecuencias.

Sin duda, rescatar la memoria histórica de aquellas que se atrevieron a ponerle palabras al terror no es una tarea fácil pero sí muy necesaria para las futuras generaciones. Poner en escena a mujeres que fueron capaces de luchar por sus convicciones, ejerciendo verdaderamente el oficio periodístico contribuye a rescatar aquellas figuras olvidadas por los libros de historia. Por esto, “Milena e Irene, periodistas”, resulta una obra imprescindible y necesaria para conocer nuestro pasado reciente.

La puesta se destaca por las actuaciones de ambas protagonistas, un vestuario y escenografía acorde y tonos de musicalización que son capaces de despertar una genuina conmoción.

Ficha

Actrices: Luciana Procaccini y Gabriela González López

Género: dramático

Dirección: Román Caracciolo