Si así arranca…

Es sabido que el primer día laboral, puede volverse un cóctel explosivo porque genera expectativas, ansiedad, preguntas, ganas, alegría, nervios, muchas emociones y sensaciones encontradas, pero para el pobre Marcelo (Juan Paya), la situación fue mucho más compleja que en sus peores pesadillas.

Consiguió trabajo en una financiera y se encuentra en una de las oficinas, todo es muy moderno y elegante a la vez, el color aguamarina fue el elegido para la decoración, una gran mesa blanca, algunos muebles para almacenar, botellas con bebidas espirituosas, una particular mesita con forma de tambor metálico que lleva un letrero de “No tocar” y un fax, lo rodean. Él no está solo, lo acompaña Zulema (Nicolás Maiques), una clienta que por la edad (y por lo que él mismo comenta), podría ser su madre.

La oficina está cerrada, pero no voluntariamente, sino que el edificio tuvo que ser evacuado y el lugar sellado porque en el medio del recinto hay una gran caja con colores navideños que contiene… una bomba, todos se fueron, pero ellos no pudieron salir.

Por diferentes motivos no pueden usar sus celulares y el único contacto con el mundo exterior, es el teléfono del viejo fax. Desde afuera, especialistas tratarán de guiarlos para desactivar el artefacto. Mientras se darán una serie de hechos y diálogos desopilantes, hasta que, en un momento, encuentran algo que puede cambiar el rumbo de sus vidas (si sobreviven, claro) y un nuevo debate comienza, una puja ética se da entre ambos personajes, mientras tanto, el reloj corre.

Con texto de Paya y dirección de Gabriel Villalba, el espectáculo tiene agilidad y humor desde que comienza hasta que termina. Los protagonistas, trabajan juntos hace muchos años y se conocen al detalle, saben por dónde ir para que sus trabajos sean un éxito, juegan con el humor, pudiendo tratarlo en clave naif o la más oscura y ácida, pero siempre de manera efectiva.

En este caso encontraron al socio perfecto, el director claramente entendió sus códigos y se sumó a la propuesta, aportando frescura y logrando que estos personajes lleven la curva dramática por el camino correcto, para llegar al desenlace manteniendo el humor y suspenso necesarios para que todo tenga sentido.

Muy buenas interpretaciones tanto de Juan, poniéndose en la piel de un hombre algo temeroso, tímido, pero con mucha convicción, como de Nicolás, con esta “señora bien” que es bastante mal hablada y escondedora.

Una comedia refrescante, con humor, suspenso e intensas interpretaciones. Paya, Maiques y Villalba son sin dudas… un trío explosivo!!

Ficha:

Con: Juan Paya y Nicolás Maiques

Dirección: Gabriel Villalba