El embriagador camino de la obsesión

Etiqueta azul es una de las últimas producciones de Patricia Liguori. Esta obra de suspenso nos cuenta la historia de dos jóvenes encerrados en una oficina (cueva) después de una noche de boliche y excesos. Paula y Juan se enfrentan al desafío de permanecer  juntos en este lugar hasta encontrar la forma de poder salir, en el marco de esta situación quien quiere establecer relaciones de confianza es Juan pero Paula es reticente. Llena de confusión Paula pasa al terror mientras despierta las reacciones más profundas de Juan. En este crisol de emociones y acciones, la violencia como mecanismo de coerción por parte de Juan y la sensualidad como arma de supervivencia por parte de Paula hacen que la tensión no termine nunca dejándonos sin aliento  hasta el inesperado final.

Esta historia deja entrever como se  indaga sobre los estereotipos y la soledad, dado que tenemos al personaje de Juan un muchacho de Lanús con limitaciones para expresarse y a Paula una chica de barrio norte que ningunea a todo aquel trabajador que preste servicios. Del choque de estas dos realidades salen como resultado muchas verdades ocultas, miserias propias y nos muestra como que sin importar las diferencias que se puedan dar desde una primera vista, en situaciones límites nadie quiere estar solo.

 

La puesta en escena es muy interesante, ya que comienza desde antes de ingresar con una instalación de la artista Fernanda Díaz que apunta a sensibilizar al espectador en donde se puede sentir la fragancia de los perfumes importados y los cafés para vencer la resaca, esto hace que el espectador se haga uno con la obra y viva lo que viven los desafortunados jóvenes. Es una experiencia “performatica” que exprime la capacidad de la sala chica de El Kafka.

Es muy bueno el diseño escenográfico de Gonzalo Córdoba Estévez  con un ring construido con  una pared de fondo y un techo que emula el espacio de la oficina, cámaras, escritorio, toda las puesta es excelente. Allí la pareja protagonista da rienda suelta a esta trágica situación que en algún momento acabará (como todo lo demás) trastocado.

El de vestuario de Sofía Di Nunzio, realista y atinado, caracteriza muy bien a los personajes. El diseño sonoro de Sebastián Verea, incurre en el sentimiento de cada personaje haciendo al espectador parte de ese momento.

Las actuaciones de Malena Sánchez  (Paula) y Eliseo Barrionuevo  (Juan) son sobresalientes interpretando muy bien a sus personajes como en el caso de Juan  que sale de la tranquilidad a la locura transitando todos los estadios de los efectos de las sustancias que ingiere y en el caso de Paula de la seducción  a la desesperación con momentos desgarradores.

Drogas, alcohol y sexualidad son los componentes que abundan en la obra hasta que se descubre la oscura y macabra verdad. En sus últimas funciones del año el director Joaquín Bonet nos deja una obra de suspenso con momentos sumamente intensos y con planteos profundos.

 

Ficha:

De Patricia Liguori.

Con Eliseo Barrionuevo y Malena Sánchez.

Dirigida por Joaquín Bonet