Lo que una calla

Emilia Llanos Medina, española nacida más precisamente en Granada, allá por el 1885. Mujer fuerte y decidida y con un origen perteneciente a la tertulia: lugar donde los filósofos, artistas, y seres de alma sensible (como ella) se juntaban a tomar, bailar y charlar de las pasiones que movían sus corazones.

Altamente cuestionada por no haberse casado, no por imprevistos del destino si no por decisión propia, esta alma libre queda presa finalmente cuando conoce el amor de Federico García Lorca. Tras un encuentro casual en una noche en la tertulia, estos jóvenes comienzan una historia de amor que no logran concretar. Separados por la distancia geografía debido a conflictos civiles de aquella época, Emilia calla el amor que tiene por Federico, sin animarse a confesar lo que siente ni siquiera en las innumerables cartas que se enviaron por más de una década.

La novia de Lorca es un unipersonal ideado e interpretado por Liliana Pécora, que sumerge tal fácilmente al espectador en el mundo de la vieja España de principios de 1900. Entre la moral y mandatos sociales y familiares (que ya no caben en la actualidad) estos hacen de contexto para enmarcar el mundo contradictorio de esta ave enjaulada.

La escenografía se distribuye en pequeñas islas. Bancos, mesitas y sillas en diferentes espacios sin ocupar demasiado lugar, hacen de los sitios donde ella pasa su vida: su casa, su trabajo y por supuesto, la tertulia. Las luces y el sonido hacen una perfecta pareja junto con la historia, potenciando los momentos de tensión, enojo y fuerza de la protagonista, sin dejar cabos sueltos.

Cabe destacar la actuación de Pécora que encarna una mujer que se reclama así misma: “¿Porque calle? Porque de mi boca no pudo salir este amor que me está matando” Entre un mar de frustraciones y una vida detenida, la actriz pone cuerpo y alma a una interpretación que hace contener la respiración hasta el más escéptico.

Aquí también se revela la excelente dirección de Héctor Presa también guionista de esta pieza teatral, que hace que un domingo común y corriente (pero con buen teatro) se vuelva un día especial.

 

Ficha:

Actúa: Liliana Pécora

Dirección: Héctor Presa

Género: Drama