Del otro lado

Con solo ver el plotter de Dibujo Sobre un Vidrio Empañado el espectador ya sabe, ya sabe que va a ver un thriller, ya sabe que se trata de un policial negro que lo hará ubicarse en un determinado tiempo, un lugar recóndito en el que algo sucede.  Y deberá seguir con su mirada los detalles que le permitirán sostener el vilo de la trama, la misma es llevada por sus personajes que se confunden y saben lo que quieren pero no saben como lograrlo en medio de tanta tempestad, opresión y vigilancia. Ellos se desean y a la vez se repelen, quieren huir pero a la vez anhelan quedarse porque  huyen de un pasado no muy lejano, hacen el bien y el mal y, con ello, se ganan y pierden la empatía del espectador.

La puesta en escena tiene un gran trabajo previo, las luces y los decorados dan vida a los diferentes lugares en donde transcurren las escenas, de un modo casi cinematogáfico se nos presentan los lugares en donde transcurren las acciones. La iluminación, junto con el efecto de humo, hacen ver la lluvia sobre el escenario, y no es poca cosa ese detalle, ya que la lluvia es una constante y un personaje de color en Dibujo Sobre un Vidrio Empañado.

El texto y la dirección van presentando uno a uno a los cuatro personajes que interactúan, la variedad de composición, y la representación que entregan los actores, da como resultado una descripción acabada sobre cada uno de ellos y sus pulsiones dentro de la historia.

Desde el comienzo se asiste a una obra violenta, de bajos instintos y de dominación, la tarea del espectador, para ser parte de ese relato, es correr con los personajes debajo de la lluvia que azota a ese páramo olvidado del resto del mundo. El espectador correrá desde el burdel hasta la habitación del hotel una y otra vez, verá la  lluvia, oirá gritos y risas que serán muestras de miedo enmascarados en falsas conductas de seguridad. Imperdible.

 

Ficha:

Actores: Juan Marcelo Duarte, Diego Gens, Jorge Prado, Micaela Racciatti.

Dirección: Natacha Delgado