Aldo estuvo aquí

Así como un perro marca territorio levantando la pata y orinando en algún lugar. Así como un perro aprende un truco que no le enseñamos. ¿Puede un perro adquirir hábitos humanos? ¿Puede un perro invadir todo un departamento? ¿Puede un perro llegar al límite de una conducta irremediable?
Ésta es la historia de Agustín y Nadia, pareja joven de clase media. Ella, con un emprendimiento propio; él, desempleado. Nuevo departamento, cuentas que pagar y la procrastinación de la búsqueda de trabajo para llegar a fin de mes. En vez de eso, un descubrimiento que lo cambiaría todo: -¡Nadia, nuestro perro juega al póker!-. Una convivencia de a tres (o más) que se les irá de las manos en pocos meses. Una pulseada de domesticación.
El guión de Lucas Ranzani (actor y dramaturgo) es de lo más original: una comedia absurda correctamente montada por su director Rubén Viani. Es de resaltar la decisión de generar naturalismo en todo este contexto poco usual. “Actuemos como si todo ésto fuera de lo más normal”.
Es sumamente interesante como espectador sumergirse en estas situaciones surrealistas que convergen con una historia de base tan cotidiana como podría ser la de cualquier persona de la audiencia. Y ésto es notable con las risas cómplices que se escuchan durante la función.
Es de destacar también la química entre los intérpretes. Puede verse a simple vista todo el ensayo que tienen encima y el disfrute al encarar éstos personajes, que irán deformándose al punto de comportarse como perros teniendo sexo en medio del living, con un cigarrillo a medio fumar en la boca y una jauría jugando al póker en el cuarto contiguo.
La escenografía conforma la “cucha” de esta pareja. Está planteada como una cocina y una sala de estar, típica puesta de las sitcoms norteamericanas. Vemos de manera horizontal estos dos espacios y, el resto del hogar, quedará tras bambalinas y formará parte del imaginativo colectivo. La obra tiene muchos momentos de “ping-pong” donde el público va a posar su mirada en uno de los actores y rápidamente pasará al otro. Y ésto demuestra también, que la coreografía y utilización del espacio escénico fueron muy bien aprovechados.
Por último, el diseño de sonido e iluminación, van a terminar de dar forma al espacio no-visible, de igual relevancia que el que está a la vista en esta representación.
La pregunta del millón es: Aparece Aldo en escena o no aparece?
La cooperativa se encuentra en su segunda temporada y promete continuar un tiempo más.
“Como juegan los perros” es la propuesta ideal para aquellos que quieran pasar un buen momento viendo una obra relajada, con tintes de humor y delirio al por mayor.

Ficha:
Actores: Lucas Ranzani y Julia Rosell Fieschi.
Director: Rubén Viani.
Género: Comedia