Sentimientos a flor de piel

Cuando entras a la sala, suena una música con elementos de terror cómico…

La escena empieza con la primera puerta del armario que representa por única vez el espacio de consultorio de un neurocirujano mediático interpretado por Javier Pedersoli, una eminencia en su profesión pero cruel como persona.

Ingresa el esposo de Clara, Santiago interpretado por Agustín León Pruzzo, quien le presenta el caso de un daño cerebral muy confuso. Por la situación de grave crisis que sufre la Argentina, a él le impide obtener la totalidad del dinero para cubrir la cirugía. Le ruega un “acto de bien” pero ante la negativa del doctor meses después, Clara muere.

Entonces se desencadena la venganza en un tono alterado en la que participa el hermano de Santiago, Abel interpretado por Claudio Mattos un personaje muy gracioso, expresivo e histriónico, y me atrevo a decir el favorito del público porque fomenta muchas risas en las escenas.

El que sospecha que algo raro sucede en el departamento es Bernardo, interpretado por Ezequiel Tronconi, que es el encargado del edificio, una persona entrometida.

Y por último aparece el amigo del médico, Ramiro interpretado por Francisco Prim, que tiene un lugar clave en el desarrollo de la historia.

Con la escenografía de José Escobar: 4 armarios con las puertas que abren la posibilidad a que cualquier situación ocurra. El vestuario de Marina Claypole les adjudica lo cotidiano y la iluminación de Diego Becker, con frecuentes apagones que logran el cambio de situaciones, el ingreso y el egreso de los personajes; dando terreno a las preocupaciones personales en cada uno: la muerte, el dinero, el amor, la homofobia, la discriminación, la violencia.

La dirección de Sofía Wilhelmi crea un suspenso lleno de confrontaciones, pero con una buena cuota de humor que te reís con cada escena y el resultado es ingenioso: temas como la medicina, la inseguridad,  los códigos que tenes como persona, el oficio del actor y la compasión con el otro.

Ficha:

Actúan: Javier Pedersoli, Agustín León Pruzzo, Ezequiel Tronconi, Francisco Prim y Claudio Mattos.

Dirección: Sofia Wilhelmi.