No me olvides

 El cementerio de Chacarita se asoma detrás del Parque Los Andes. Sobre la calle Rodney el emblemático bar prepara sus mesas. La Avenida Corrientes con pocas luces, lejos estamos de los grandes teatros. Una mística particular rodea la noche del viernes. Una puerta chiquita y de colores iluminan una calle solitaria.

Una propuesta sensorial que comienza al atravesar la puerta. Sabores, aromas, imágenes y melodías nos dan las buenas noches para esperar el comienzo de la función. Adrián Cardoso, director de la obra y responsable de la dramaturgia junto a Lorena Basar, se mezcla entre el público ofreciendo dátiles y una copita de anís mientras detalla particularidades de la cultura armenia. Todos escuchamos curiosos. Sin darnos cuenta nos adentramos en el espectáculo, la obra ya ha comenzado. “¿Vamos?”, dice la voz de unos de los personajes. Y nos invita a ingresar a la sala.

A través de una interesante narrativa se hilarán diferentes hechos que acontecieron durante el genocidio armenio -cruel suceso del Siglo XIX en el cual, asesinando y torturando un pueblo, se intentó vaciar su historia, su cultura y sus creencias-. ¿Puede haber belleza en el horror? Cinco Pétalos, con un inteligente trabajo en el diseño de luces y sombras, vestuario en tonos rojos, negros y marrones, nos regala bellas imágenes entre tanto dolor e incertidumbre. Elementos que se resignifican y sonidos vibrantes. Aquellos curiosos que esperaban en la sala del teatro Alquimia, ahora están sumergidos entre las sombras y las voces de los actores, que logran generar un atmósfera íntima y reflexiva.

Es la dupla femenina (Lili Bucay y Lorena Bernasconi) la que sin dudas crea el climax más emocionante del espectáculo, interpretando el vínculo de una madre turca y su hija armenia. Todos los elementos que componen el montaje se combinan para dar lugar a la escena más intensa. Con el corazón en la mano, los espectadores aplaudimos y nos preguntamos: ¿Cómo hacer para que este mundo loco y acelerado no nos haga desconocer los horrores que ocurrieron? “Cómo se cierra una herida semejante” pregunta y se titula el poema escrito también por Lorena Basar, que luego inspiraría la obra. Una posible respuesta es, sin dudas, recordando. Y el teatro es un lugar necesario para que la memoria esté encendida.

Ficha:

de Adrian Cardoso y Lorena Basar

Actúan: Lili Bucay, Miguel Trotta, Lorena Bernasconi y Miguel Haddad.

Dirige: Adrián Cardoso.